Gracias por la invitación a este Primer Foro de la Farmacias de la Comunidad de Puerto Rico. Mis saludos a su presidenta de la Junta, la Sra. Ivis González, y a la querida amiga Linda Ayala, directora ejecutiva, así como a todos los aquí presentes.
Mi visión para Puerto Rico es una de progreso y que reconoce que la riqueza de nuestra economía emana del éxito de nuestra empresa privada, así como de tantos emprendedores, grandes y pequeños, en nuestra Isla.
Las farmacias de la comunidad son una parte integral de nuestra economía y un eslabón esencial en nuestra sistema de salud público y privado. No hay duda de que la pandemia del COVID-19 nos trajo grandes retos y nos dio grandes lecciones.
Lo principal ha sido la colaboración y solidaridad de toda nuestra gente, el compromiso y profesionalismo de todo el sector salubrista, incluyendo nuestras farmacias.
Mientras nuestra gente se resguardaba en sus casas, nuestras farmacias se mantuvieron abiertas, haciendo lo indecible por servirle a nuestro pueblo y dando cátedra de perseverancia y compromiso. Por todo eso, el pueblo de Puerto Rico tiene una deuda de gratitud.
Mi administración ha sido sumamente prudente y estratégica en el manejo de la pandemia para protegernos del virus, diligente en garantizar la accesibilidad a vacunas y pruebas, y vanguardista en los mandatos de vacunación.
Esto nos ha llevado a ser los mejores en toda la jurisdicción americana en vacunación y siempre hemos tenido menos contagios y menos decesos que la gran mayoría de los estados y otros países.
Tenemos que agradecer que el gobierno federal nos ha tratado en igualdad de condiciones en la lucha contra el COVID-19.
Y pudimos lucirnos en estas batallas. Probamos que cuando nos tratan igual en los fondos y en los recursos, podemos ser líderes y ejemplo en todo Estados Unidos.
Las pérdidas de vida nos duelen mucho y la realidad es que todos hemos sido afectados por esta pandemia de una forma u otra.
Luego del repunte reciente causado por la variante ómicron, hemos podido implementar mayor acceso a tratamientos y a nuevos medicamentos y nuestras farmacias han sido clave para lograrlo.
Agradezco su colaboración y todos debemos estar orgullosos de la labor que hemos hecho juntos a favor de la salud de nuestra gente y de los que nos visitan. Gracias en parte a nuestro manejo exitoso de la pandemia, nuestra economía ha demostrado gran resiliencia.
Mi administración ha apoyado al sector privado de Puerto Rico, incluyendo el hospitalario, comercial, manufacturero y turístico. Al mismo tiempo, las reformas para mejorar el ambiente de negocios son indispensables y son una prioridad para mi gobierno.
Estamos enfocados en ser un promotor efectivo y facilitador de la inversión y del desarrollo económico en la Isla, incluyendo el Sistema IDeal, que es una identificación digital única para que el gobierno no pida información que el mismo gobierno ya tiene.
También estamos dando mayor acceso a programas de asistencia, y avanzando en la digitalización de nuestro gobierno. Esto va a reducir costos, simplificar la interacción del sector privado con las agencias gubernamentales y va a ayudar a todos a crecer y progresar.
Asimismo, asignamos estratégicamente los fondos federales para mitigar el impacto tanto en la salud pública como en la economía. Esto ha significado un alza sostenida en los índices de actividad económica por los pasados ocho meses consecutivos.
Tan es así que el Banco de la Reserva de Nueva York resaltó que Puerto Rico ha sido la jurisdicción que mejor se ha recuperado en nuestra región, destacando la baja considerable en desempleo,
alza en creación de empleos mayores a niveles pre-pandemia y crecimiento económico positivo que no se veía anteriormente.
Mientras invertimos en el programa de mejoras de capital y de resiliencia más completo que habrá visto Puerto Rico, estamos encaminando un desarrollo económico sostenible y robusto. Todos estamos claros de que hay que hacer de todo para logarlo.
Eso incluye una reforma contributiva real que simplifique el sistema contributivo, que elimine impuestos anticuados y nocivos como el impuesto al inventario, que amplíe nuestra base contributiva y que propenda el crecimiento de nuestra economía.
Todo esto es parte de nuestra estrategia abarcadora y multisectorial para lograr que Puerto Rico sea el mejor lugar para vivir, invertir, hacer negocios y retirarse.
Una parte sumamente importante es lograr salir de la quiebra del Gobierno, y estamos encaminados a eso en este mismo mes con la confirmación y ejecución del Plan de Ajuste de Deuda en el que logramos una reducción significativa de 80% de la deuda.
Otro paso necesario es la transformación y reparación del sistema energético en Puerto Rico. Todos queremos electricidad confiable y resiliente para que nunca nos falte la energía en nuestros hogares o nuestros comercios.
Con la APP de LUMA hemos logrado mayor estabilidad en la distribución eléctrica.
A pesar de un comienzo con tropiezos, durante el reciente evento de lluvias copiosas pudimos ver un servicio más confiable, y ya a diario solo promedian menos de 1000 abonados sin servicio, es decir, 1000 de 1.4M de abonados, lo cual es muy por debajo de los números del pasado.
Del mismo modo, la Autoridad de Energía Eléctrica, luego de un cambio de mando necesario, ha estabilizado el sistema de generación de electricidad y ha establecido un plan de mantenimiento coordinado para asegurar suficiente generación y evitar apagones.
Con miras al futuro, ya estamos en vía de inyectar sobre 700 megavatios de energía renovable y 250 megavatios de almacenamiento de energía en baterías,
para ir consistentemente moviéndonos hacia las renovables y dejar de depender de combustibles fósiles que son costosos y lesivos a nuestro ambiente.
Por otro lado, estamos invirtiendo en el capital humano del gobierno para asegurar que tenemos un equipo adiestrado y preparado para gerenciar toda la obra que vamos a estar realizando.
Ahora mismo estamos ante un imponente itinerario de proyectos de reconstrucción y mejoras a nuestra infraestructura que promete modernizar y fortalecer nuestro entorno, y posicionar a Puerto Rico en una posición privilegiada.
Constantemente estoy impartiendo un gran sentido de urgencia a mi equipo de trabajo porque no tenemos tiempo que perder.
Nuestra Isla está invirtiendo cientos de miles de millones en viviendas, carreteras, escuelas, facilidades de salud, servicios tecnológicos, infraestructura eléctrica y pluvial, lo que impactará positivamente nuestra calidad de vida y nuestro desarrollo económico.
Y hemos visto el restablecimiento de la confianza del gobierno federal en nuestro gobierno.
En todos los renglones están ayudándonos a utilizar los fondos federales más eficientemente, proveyéndonos mayor asistencia técnica y agilizando los procesos para que logremos avanzar en nuestras metas.
Somos verdaderos socios con las agencias federales en beneficio de nuestro pueblo.
Por otro lado, si hay algo que la pandemia de COVID-19 sí hizo evidente es que las inequidades y deficiencias en el acceso adecuado a la atención médica tienen ramificaciones nefastas en todos los aspectos de nuestra sociedad.
Es por eso que lograr un trato justo y equitativo en el programa federal de Medicaid, que nos ayuda a financiar el programa de salud Vital, es indispensable para que nuestra gente, toda nuestra gente,
tenga acceso al cuidado médico que necesita y merece, incluyendo acceso a los medicamentos que necesitan.
La lucha a favor del trato igual en Medicaid, así como en Medicare, la llevamos dando juntos por muchos años.
Aunque hemos tenido grandes logros, nos falta mucho para que no tengamos que enfrentar deficiencias presupuestarias por los costos de salud, los cuales amenazan nuestra capacidad de continuar brindando servicios de atención médica al sector más vulnerable de nuestra población.
Es por eso que mi Administración ha estado instando al Congreso y a la Administración Biden-Harris a poner fin al trato desigual hacia los ciudadanos estadounidenses que residen en Puerto Rico.
Nuestra Isla, nuestro desarrollo económico en general y, en particular, el sector de salud, no pueden crecer ni operar bajo la sombra de la incertidumbre.
Aún seguimos en pie de lucha para lograr una solución permanente a este problema de financiación fragmentada y temporera del programa Medicaid, así como lograr tener un programa de salud similar a los disponibles en los estados.
Es decir,  tener un FMAP o pareo basado en el ingreso per cápita PR y eliminar el tope en los fondos federales dedicados al programa para que no tengamos que financiar una parte significativa de los costos de brindar atención médica a nuestra población de bajos recursos.
Como saben, el Departamento de Salud federal dio un paso al frente y emitió una decisión en la que ha interpretado que una ley de 2019 garantiza una asignación permanente de alrededor de $3 mil millones anuales a Puerto Rico en fondos de Medicaid.
Sin embargo, el FMAP que le aplica a Puerto Rico actualmente sigue en 55 por ciento, y debe ser ajustado para garantizar la estabilidad de ese programa en la isla, que beneficia a alrededor de 1.5 millones de personas.
Los problemas y las consecuencias del trato desigual nos afectan a todos. Hay varios esfuerzos activos en la capital federal para lograr los cambios necesarios al financiamiento que el gobierno de Estados Unidos ofrecerá a corto y largo plazo a Puerto Rico.
Siendo esto así, nos corresponde a todos unirnos para identificar y abogar por las soluciones que servirán mejor a los 3.2 ciudadanos americanos que viven en la isla.
Por eso nombré el grupo multisectorial, del que la Asociación de Farmacias de la Comunidad es parte, para seguir abogando ante el Congreso y la Casa Blanca por ese trato igual que nos merecemos en el programa de Medicaid, así como en Medicare.
Les agradezco a todos y todas su colaboración continua. El @prsecsalud, Carlos Mellado se encuentra inmerso en estos esfuerzos junto a su equipo del Departamento de Salud y ASES, y sé que el Director de Ases, Jorge Galva, estará con ustedes más tarde y podrá abundar.
A esos fines, ya hemos comenzado a planificar la expansión de los servicios de Medicaid que ofrecemos, pues creo firmemente en que los ciudadanos americanos en PR deben tener los mismos servicios básicos de atención médica que los que se disfrutan en cualquier otro lugar de EE.UU
Si nuestra Isla contara con paridad en los fondos de Medicaid, podríamos ejecutar esa expansión de servicios.
Estos cambios incluirían el cubrir el costo de la prima de la Parte B de Medicare para que nuestros adultos mayores de escasos recursos puedan conservar más de su dinero del Seguro Social y recibir mejores servicios a través de la cobertura del programa Platino.
Además, aspiramos a incluir beneficios de cuido prolongado, atención domiciliaria, transporte médico que no sea de emergencia, vacunas para adultos y servicios de emergencia para extranjeros, independientemente de su estado migratorio, entre otros.
Cabe recordar que todavía somos la única jurisdicción en 🇺🇸 que requiere que los beneficiarios de Medicare soliciten afirmativamente la cubierta de la Parte B del programa para los servicios médicos, no hospitalarios, sujeto a serias penalidades monetarias de no hacerse a tiempo.
De igual manera, nuestros beneficiarios de Medicare no son elegibles para la Parte D que cubre el costo de medicamentos. La realidad es que basta ya de estas disparidades.
Este pasado martes estuve en Washington mientras el Presidente Biden dio su Mensaje de Estado y fue esperanzador escucharlo hablar de reducir los costos de medicamentos, tales como la insulina, que es vital para tantos puertorriqueños y puertorriqueñas en nuestra Isla.
En Washington tuve diversas reuniones en el Congreso y en Casa Blanca y en todas ellas el tema de salud estuvo presente.
Pueden contar con que continuaremos trabajando de forma activa y firme buscando que PR se beneficie de todas las iniciativas que anunció el Presidente y con las que se ha comprometido.
Aún así, nos falta mucho por hacer, y cuento con todos ustedes para seguir ganando esta batalla. Lo he dicho siempre y lo repito, Puerto Rico es un pueblo que no se quita, que ha demostrado una y otra vez que nada lo detiene.
Estoy muy positivo y veo un futuro lleno de logros, un Puerto Rico de progreso para todos.
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