#AnalizandoVikingsValhalla PERSONAJESY vamos a empezar por lo más obvio. ¿Quiénes son? ¿Fueron reales? ¿Interactuaron realmente entre ellos? En este os los voy a ir subiendo poco a poco y podremos ver qué es real, qué es mito y qué es invención de la serie. ¡Acompañadme!

Vamos con uno de los protagonistas: Harald Sigurdson o Harald III de Noruega, apodado Hardrada, que signigifica «El Despiadado». ¿Quién fue este buen muchacho y qué hizo? Os cuento la parte «histórica» (que no tiene por qué ser lo que pase en la serie)

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Nació alrededor del año 1015 y murió el 25 de septiembre de 1066 en la batalla de Stamford Bridge. Está considerado el último vikingo, porque con él moría el sueño vikingo de hacerse, de nuevo, con el trono inglés. También moría, o empezaba a morir, la Era Vikinga.

Descendiente de otro vikingo de renombre para la historiografía, Harald I de Noruega el de la Hermosa Cabellera y artífice de la unificación del Reino de Noruega, era hijo de Sigurd Syr, jarl vikingo de noruega, y Åsta Gudbrandsdatte.

También era hermano menor del rey Olaf II el Santo, hijo de Åsta y su primer esposo; Harald Grenske. Las crónicas nos hablan de un vikingo excepcional: medía 1,95 m cuando la media por aquél entonces era de 1.70, rubio, de ojos azules y una ceja más alta que la otra.

En el año 1030, el rey danés Canuto el Grande invadió Noruega y, con tan solo 15 años, Harald Hardrada participó en su primera batalla, la de Stiklestad, donde perdió la vida su hermano —y rey del país— Olaf a manos de los partidarios de Canuto.

Harald fue gravemente herido y dado por muerto; pero sus hombres hábilmente lo trasladaron al hogar de unos campesinos que cuidaron de él. Una vez restablecido de sus heridas, huyó a Suecia y en 1031 partió hacia Kiev.

Allí entró a formar parte del servicio del príncipe Yaroslav, para quien luchó durante tres años. Estando en la corte de Yaroslav se enamoró de su hija y pidió su mano; sin embargo, el príncipe le dijo que para casarse con ella debía tener más riqueza, más fama y más reputación.

Fue entonces cuando puso rumbo a Constantinopla, donde pasó a servir en el año 1034 en la guardia personal, conocida como Guardia Varega, de la Emperadora bizantina Zoe Porfirogeneta y, posteriormente, del Emperador Miguel IV.

Ganó numerosas batallas y ascendió rápidamente, llegando a ser oficial de la Guardia Varega. Además, era un cargo muy bien pagado, no obstante, Harald era ambicioso y estafó al sistema amasando un enorme tesoro de forma ilícita.

Poco tiempo después el emperador Miguel IV fue derrocado por Miguel V. Este licenció a los varegos y los reemplazó por la Guardia Escita, formada por nómadas de las estepas.

Harald y sus hombres fueron encarcelados acusados de haber robado parte de un botín que pertenecía al Emperador Miguel V, pero no duraron mucho presos: el nuevo Emperador fue depuesto rápidamente y Harald aprovechó los disturbios internos para liberar a sus hombres +

+ y luchar en la guerra civil en el bando ganador. Cuentan que él personalmente cegó brutalmente al emperador Miguel V y a su tío Constantino como venganza.

Como no podía sacara el tesoro del país, se quedó unos años más en Constantinopla; pero en el año 1043 llegó a su conocimiento que su medio sobrino de 18 años, Magnus I el Bueno, había sido proclamado rey de Noruega y Dinamarca y fue entonces cuando decidió partir.

Compró barcos en secreto y huyó a Rusia donde se casó, por fin, con Isabel, la hija de Yaroslav. A sus 28 años, Harald era el guerrero más famoso de su tiempo.

En 1045 llegó a Dinamarca, donde primero cogobernó junto a Magnus I —a cambio de haberle entregado la mitad del tesoro que Harald había acumulado durante su permanencia en Oriente— y, tras la prematura muerte de este, en solitario.

Poco a poco Harald había acabado con todos y cada uno de sus rivales, pero sus ansias de territorio y poder iban más a allá, y en el año 1066 Harald se unió a Tostig, earl de Northumbria, para combatir contra el hermano de este, Harold II de Inglaterra, y repartirse el país.

Sin embargo, fue derrotado y muerto el 25 de septiembre de 1066 en la batalla de Stamford Bridge.

¿Vamos a ver todo esto en la serie? Quién sabe. ¿Lo vamos a ver fiel a la historia? No parece.

#AnalizandoVikingsValhalla PERSONAJES Freydís Eiríksdóttir, exploradora de Vinlandia. Freydís es un personaje femenino fuerte, poderoso e impactante, pero ¿qué hay de histórico detrás de ella? ¡Vamos a verlo!

Para conocerla nuestras fuentes principales (y únicas) son lo que se conoce como las Sagas de Vinlandia, formadas por dos sagas islandesas: La Saga de los Groenlandeses y la Saga de Erik el Rojo, ambas escritas en el siglo XIII.

Dentro de las Sagas en general, Freydís es uno de los relativamente pocos personajes femeninos que encontramos en los que se profundiza algo más en su historia que para ser utilizada simplemente como mecanismo para el desarrollo de la trama.

Por ejemplo, las llamadas «incitadoras», mujeres que provocan a sus parientes varones a clamar venganza y así tener una excusa para el desarrollo de la historia, pero que después de eso no tienen mucho más recorrido. Freydís participa de esto, pero tiene más desarrollo.

Al igual que su padre, Erik el Rojo, y que su hermano, Leif Erikson, Freydís participó en la colonización y los asentamientos vikingos en el Atlántico Norte: Erik llegó a Groenlandia y sus hijos llegarían a Vinlandia, lo que hoy en día la isla de Terranova en Canadá.

Freydís Eiríksdóttir nació alrededor del año 970, hija de Erik el Rojo. Si bien nuestras principales fuentes difieren en muchas cosas, en una sí coinciden: en describirla como una mujer fuerte y tenaz con la voluntad de desafiar los cánones femeninos de su época.

En la Saga de Erik el Rojo, Freydís es una de las personas que forma parte de una expedición a Vinlandia organizada por el explorador islandés Thorfinn Karlsefni donde participa en la batalla que tuvo lugar entre los vikingos y los nativos groenlandeses/norteamericanos.

Estos llamados skrælingjar, tenían unas armas que hicieron huir despavoridos a los vikingos. Freydís, embarazada de ocho meses, los llamó cobardes (uno de los peores insultos que podía recibir un hombre en época vikinga).

Cogió una espada y se plantó delante de los nativos, se desató el vestido dejando un pecho al aire y se dio golpes con la empuñadura de la espada mientras lanzaba gritos de guerra terribles. Según la Saga los nativos huyeron horrorizados.

La Saga de los Groenlandeses tiene más enjundia y vemos una Freydís ambiciosa capaz de cualquier cosa. Después de las expediciones a Vinlandia en las que había participado con su hermano Leifr Eiríksson o Thorfinn Karlsefni, Freydís quería ir más allá.

Organizó una expedición con su marido, sus hombres y dos socios, Helgi y Finnbogi, con los que hizo un trato: ambas partes llevarían el mismo número de hombres para partir en igualdad. Pero Freydís se llevó unos pocos más sin avisar y las tensiones fueron inmediatas.

Para librarse de ellos, Freydís le dijo a su marido que la habían maltratado y golpeado y le amenazó con el divorcio si no la vengaba. Para ello, le llamó cobarde, por lo que el marido no tuvo más remedio que asesinar a los socios y a todos sus hombres mientras dormían.

No obstante, se negó a asesinar a las mujeres del grupo, por lo que la propia Freydís cogió un hacha y las mató, amenazando con la misma suerte a todos los componentes de su propia expedición si alguno contaba lo sucedido. Cogieron sus pertenencias y regresaron a Groenlandia.

Una vez de vuelta en Groenlandia contaron a los demás la historia (falsa) de que Helgi y Finnbogi se habían quedado allí con sus hombres. Pero con el tiempo, y al ver que no regresaban, se acabó descubriendo la verdad y Leifr se enteró.

Y aunque a Leifr Eriksson no le gustó nada lo que había hecho su hermana, le pudo más eso de «la familia» y no le hizo lo que, según las leyes vikingas y el honor, se habría merecido. Vamos a llamarle Leifr el Blandito.

¿Existieron realmente Freydís? Más allá de lo que es real o no en estas Sagas, lo que es interesante es la presencia de mujeres en estas aventuras que, generalmente en todos los libros de historia de los vikingos, se han reservado casi exclusivamente a los hombres.

Pero ¿por qué no pudieron, a su manera, haber formado parte también ellas? Las mujeres vikingas eran valientes y aventureras, quizá tanto como los hombres, y probablemente, tuvieron muchas menos limitaciones en sus vidas de las que pensamos desde una óptica actual.

Hemos construido discursos históricos decimonónicos amparados en la perspectiva misógina de aquel momento, que apartaba a las mujeres de cualquier rol que no fuese el de madres/cuidadoras. Es hora de revisar lo que sabemos y darles a las mujeres el papel que se merecen en la Hª.

En las Sagas no todo es falso, la arqueología en las últimas décadas, con el descubrimiento de yacimientos como el de L’Anse aux Meadows en Canadá, ha revelado que los vikingos efectivamente llegaron hasta aquellas tierras, que no eran leyendas.

Durante las excavaciones de este yacimiento se encontraron viviendas, fraguas y talleres con clavos y virutas de madera, lo que indica que allí se construían, al menos botes.

También una tortera o fusayola, una pequeña piedra que se fijaba al extremo de una varilla que se usaba para hacer girar el hilo y este oficio, el de hilar, lo desempeñaban las mujeres. Así que allí vivieron mujeres

#AnalizandoVikingsValhalla PERSONAJES Olaf Haraldsson es de los personajes centrales de la trama, con mucho peso y que no deja indiferente a nadie por su acérrima defensa del cristianismo. ¿Esto fue realmente así? ¿Existió el personaje? ¡Dentro !

Lo cierto es que Olaf, conocido como el Santo, es uno de los personajes más populares y conocidos de la historia no solo de Noruega, sino de Escandinavia entera por ser uno de los pilares fundamentales de la transformación religiosa del mundo nórdico. Pero tenía cara de guasón.

¿Cuáles son las fuentes? Por un lado, tenemos la Ólafs saga helga, uno de los relatos que se encuentran dentro de Heimskringla, conocida como «El círculo del mundo» o «Crónica de los reyes nórdicos», un conjunto de sagas nórdicas islandesas compuesta hacia el 1225.

Escrita por Snorri Sturluson y que narra 400 años de la historia y vida de los reyes de Noruega. También tenemos Ágrip af Nóregskonungasögum o Historia Norwegiæ, ambas historias resumidas sobre los reyes noruegos y escritas en el siglo XII.

El texto más antiguo es Glælognskviða, «Poema de la calma del mar», compuesto por un poeta islandés llamado Þórarinn loftunga que estuvo en la corte de Svein Knutsson, hijo de Canuto el Grande.

Olaf nació en Ringerike hacia el año 995, hijo de Harald Genske, un rey menor de la zona de Vestfold, en Noruega, descendiente según las Sagas de Harald el de la Hermsoa Cabellera. Su madre era Åsta Gudbrandsdatter, madre del también Harald II de Noruega.

Olaf, conocido como el Grande antes que el Santo, era tataranieto del vikingo Harald el de la Hermosa Cabellera, o Harald I de Noruega, a quien vimos en la serie Vikings. Nació dentro del modo de vida vikingo y desde muy joven formó parte de expediciones vikingas.

Estas le llevaron por las costas de Europa desde los países bálticos, las islas británicas, la península ibérica o las costas de Normandía, donde se habían asentado tiempo antes vikingos ahora cristianos. Allí se convirtió al cristianismo en Ruan hacia el año 1013 o 1014.

Según la poesía escáldica en la Heimskringla (sin confirmar por las Crónicas anglosajonas), en Inglaterra en 1014 Olaf comandó un espectacular ataque marítimo que derribó el puente de Londres en un intento de ayudar a reinstaurar en el trono al monarca Etelredo II el Indeciso.

Esto tras la muerte de Svend I Barbaparrtida, el padre de Canuto II el Grande, que se había hecho con el trono inglés en 1013. Según Snorri Olaf ayudó a Etelredo a expulsar a los daneses Inglaterra, así como intentó ayudar a sus sus hijos a expulsar a Canuto II, sin éxito.

En 1015 regresó a una Noruega fragmentada entre jarlar locales, daneses y suecos y su parentesco real con Harald I le valió el reconocimiento como rey, no sin antes deshacerse de algunos opositores y un costoso proceso de unificación que finalizó tras la batalla de Nesjar.

Su reinado fue implacable contra las costumbres paganas, dotó al territorio noruego de una fuerte administración central y apartó a los nobles que no le eran favorables. Favoreció la conversión al cristianismo erigiendo iglesias por todo el territorio y endureciendo las leyes.

Para sellar la paz con la fronteriza Suecia, se casó con la hija del rey sueco Olof Skötkonung, Astrid Olofsdotter. Aunque su único hijo conocido sería el futuro Magnus I, el Bueno, que tuvo con Ulvhild y que pasó buena parte de su infancia en la Rus de Kiev.

En el año 1028 el rey de Inglaterra y Dinamarca, Canuto II, el Grande, invadió Noruega. Olaf, abandonado por parte de su ejército y de la población (no muy contenta con la cristianización y las prohibiciones) se exilió con su hijo Magnus en Garðariki, Nóvgorod,en la Rus de Kiev.

Fue acogido por Yaroslav I el Sabio y reunió un ejército que en 1030 partió a Noruega. En Trondlegad le recibió un ejército de líderes aliados daneses y noruegos y cayó derrotado y muerto en una de las batallas más famosas de la historia de Noruega, Stikelstad, el 29 de julio.

La leyenda dice que un campesino que encontró el cuerpo de Olaf en un cobertizo recuperó la vista tras frotarse los ojos con la sangre de su cadáver y habría llevado, junto con otros campesinos, el cuerpo para enterrarlo en el río Nidelven, en Nidaros (Trondheim).

Su enorme interés por convertir el cristianismo en la religión oficial no solo de Noruega, sino de Escandinavia le valió la canonización en la catedral de Nidaros, en Trondheim, solo un año después de su muerte, convirtiéndose en Olaf el Santo.

En el año 1164 el papa Alejandro III confirmó la canonización y le otorgó el título de Rex Perpetuus Norvegiae, «rey eterno de Noruega».

Olaf se convertiría en un santo muy popular no solo dentro de Noruega y Escandinavia sino también fuera de esta y tanto dentro de la Iglesia Católica Romana como dentro de la Iglesia Ortodoxa Oriental, donde también celebra su festividad.

Olaf es el patrón de Noruega, siendo uno de los pocos santos de origen noruego con culto dentro de la Iglesia Católica y se convirtió con el tiempo en el centro de la identidad nacional noruega, sobre todo con el auge del romanticismo y el nacionalismo en el siglo XIX

San Olaf está simbolizado por el hacha en el escudo de Noruega y el Olsok (29 de julio) sigue siendo su día de celebración.