Quiero pensar que mientras por acá los ojos se empañan y el dolor en el pecho es terrible, el cielo es una fiesta. Quiero pensar que estas con Nani, al fin juntos, después de estos 23 meses separados y que ya no estas triste.
Supongo que ya te reencontraste con todos los amigos que perdiste por el camino: los del fútbol, las caminatas, el barrio y que te recibieron con los brazos abiertos la tía Rosario, el tío Raúl, Mima y Orne, algunos de los miembros más recientes de esa familia que ahora vive en…
…otro plano. También te debes haber encontrado con tus primos y cuñados, esos con los que tenías historias épicas de diabluras en la infancia y bromas en la juventud.
Nos dejaste a nosotros acá, así de imprevisto, mientras Fede y yo intentábamos convencer a mamá y Bibi que todo iba a estar bien y que íbamos a tenerte un rato más. Lo creíamos de verdad.
Me imagino que cuando Nani te vino a buscar, seguramente se había hecho esas trenzas que la hacían la más linda del barrio cuando eran jóvenes y que te enamoraron, y no pudiste decirle que no, al final querías estar con ella.
Perdoname si el texto no es el mejor, anoche no pude pegar un ojo, pensando en que hoy iba ser la primera vez en 32 años en que el día iba a empezar sin ti.
Pero quería escribirte, porque cuando lo que redactaba te gustaba, mamá te lo imprimía y lo ponías en un marquito o lo guardabas en una carpetita que descubrí hace poco.
En mi vida mis abuelos fueron una bendición y realmente no puedo pedir un abuelo más presente que vos: ¡le pusiste mi nombre a un barco! y me contaste más veces de las que puedo recordar la historia del día que nací.
Ayer te esperé, una hora en esa habitación de lujo que te había conseguido, pero a veces la medicina es tirana y me fui sin verte.
Mientras estábamos en la emergencia te rezongué porque tenías mal puesto el tapabocas y nos reímos de que tenías el pelo canoso un poco verde por esa gomina que te ponías al salir de bañarte.
Pero por suerte esos no son los únicos recuerdos que tengo contigo y, por suerte, precavida o por sexto sentido, el jueves pasado te saqué unas fotos que vale la pena enmarcar para tener más recuerdos tuyos.
Tendría que haber sacado apuntes de tus historias, tenías anécdotas para todo y las contabas hasta que las sabíamos de memoria.
Capaz que por eso me gusta contar historias, porque vos me contabas un montón: tu infancia, tu juventud y también mi niñez, esa de la que también tenías cuentos graciosos como cuando íbamos a buscar a la tía Mabel y le gritaba desde abajo o cuando prendida al alambrado en el…
…Forno decía: “Meta pata Danubio”.
Discutimos mucho y quiero pensar que un poquito te obligue a no ser tan machista, pero ufa, me la hiciste difícil.
Pero al final, siempre aunque no te convenciera este amor por el fútbol, me llamabas cuando terminaba el partido para comentarlo, incluso sabiendo que no siempre veíamos lo mismo.
No me arrepiento de nada, porque siempre hice todo lo que estaba a mi alcance para estar más cerca, para hacerte un mimo y para darte un poquito de todo ese amor que nos diste siempre.
Voy a cumplir la promesa que te hice en uno de nuestros paseos por el cementerio y me voy a ocupar de que estés al lado de “tu negrita”.
Nunca un texto va ser suficiente para resumir todo lo que fuiste para tus nietos, tus hijas y las personas que pasaron por tu vida y a las que de alguna manera tocaste. En todos nosotros eso vivirá por siempre.
Pero este es el tuyo coquito, porque mientras nos dejás sin consuelo, nos reímos de las cosas que dijiste ayer y te recordamos de la mejor manera, con la memoria fresca de tu presencia.
Así que mientras lloro, quiero pensar que el cielo es una fiesta porque si no estás acá, estás allá y algún día nos volveremos a encontrar.
You can follow @marianitamalek.
Tip: mention @twtextapp on a Twitter thread with the keyword “unroll” to get a link to it.

Latest Threads Unrolled: