“España es muy triste y muy hermosa en su paisaje. A los turistas no les agrada mi obra porque dicen que España es muy alegre y en mis libros aparece muy triste….
tal cual es (…) ¡Esas provincias de Soria y Guadalajara, Valladolid y Zamora! ¡Esos pueblos de bello nombre -Medina del Campo, Madrigal de las Altas Torres- con mujeres que todas se llaman Angustias, Dolores, Soledad!
Con esas viejecitas negras y ese color de tierra y miel en las casas.” – Ortiz Echagüe, José
Dicen de José Ortiz Echagüe que es uno de los grandes fotógrafos españoles del siglo XX.
Sus fotografías de retratos de tipos, costumbres y paisajes de España han ilustrado cientos de exposiciones y publicaciones sobre nuestro país en revistas de medio mundo (Photograms of the Year, National Geographic, etc.).
Pero yo llego a él a través de unas fotografías de unas cobijadas de Vejer de la Frontera. Dichas imágenes son la llave para que, con la ayuda de Internet, buceé en su bibliografía y en su impresionante legado fotográfico.
A Ortiz Echagüe se le considera uno de los principales representantes del pictorialismo español. Los pictorialistas jugaban a confundir al espectador realizando fotografías con un toque artístico.
Lograban efectos sin nitidez utilizando técnicas de desenfoque o de revelado con efectos cromáticos que recordaban en su resultado a una pintura, un dibujo o a un grabado.
Publicó cuatro series fotográficas, aunadas por temas, que alcanzaron un gran éxito editorial: España, tipos y trajes, España, pueblos y paisajes, España mística y España, castillos y alcázares.
A estas series hay que añadir las que recogieron imágenes del Norte de África y los retratos familiares.
Pero José Ortiz Echagüe no fue sólo un fotógrafo de éxito mundial. Fue muchas otras cosas: tituló como piloto de globos aerostáticos y de piloto de aviación, fundó en 1923 Construcciones Aeronáuticas (C.A.S.A.)
y, años más tardes, presidió la primera industria española de fabricación de automóviles en cadena, la S.E.A.T. Y todo ello, compaginándolo con su gran afición, la fotografía.
“Al pasear por los pequeños pueblos, hablo con la gente, selecciono los modelos uno a uno y empiezo la tarea de vestirlos con los trajes típicos.
Después de superar las protestas de los modelos que se resisten a colocarse la vestimenta de sus antepasados, los congrego en un escenario previamente seleccionado, sea una plaza típica, la iglesia humilde o una colina cercana, desde la cual ves el pueblo con su majestuoso…
…castillo que se incluye para formar un fondo maravilloso. El sol acaba de salir o está a punto de ponerse; sus rayos horizontales iluminan claramente los personajes.” – Ortiz Echagüe, Jose
Las cobijadas de Vejer de la Frontera
Tal vez, la fotografía más antigua de cobijada de Vejer de la Frontera se la debemos a fotógrafo francés Jean Laurent y Minier.
Data de 1879 y en ella podemos observar a dos mujeres ataviadas con el manto y la saya donde una de las mujeres sólo muestra el ojo izquierdo mientras que la otra, se descubre parcialmente el rostro.
Poco después, entre 1913 y 1918, las tapadas llamaron la atención de otro importante fotógrafo, el alemán Kurt Hielscher. Éste reflejó la vestimenta femenina vejeriega, aunque, al contrario que Jean Laurent, escogió los interiores, y más concretamente la imagen de los patios.
Y así, llegamos a José Ortiz Echagüe y a sus cobijada:
En las imágenes superiores, con su particular estilo fotográfico y movido por una clara intencionalidad artística, Ortiz Echagüe eligió como escenarios para su cuadros de tapadas las callejuelas de Vejer de la Frontera, la plaza de la Iglesia Parroquial de San Jorge en Alcalá…
…de los Gazules o la Basílica Menor de Santa María de la Asunción en Arcos de la Frontera. Y son, precisamente estas fotografías, de su obra “La España Mística”, tal vez por su composición cercana a la pintura, las más conocidas y reproducidas.
Para saber más:
Aunque el traje de cobijada de Vejer de la Frontera posea reminiscencia árabe parece ser que existe cierto consenso entre los investigadores en no considerarlo así en tanto en cuanto seguía el modelo castellano de manto y saya.
Y en todo esto, hay una impresionante historia ligada al que es considerado el único traje completo y original de cobijada de Vejer anterior a la Guerra Civil, que, hasta donde se sabe, se conserva en el mundo.
Merece mucho la pena leer el impresionante periplo, por Irene Seco, que dicho ejemplar recorrió hasta llegar a los almacenes del hoy, Museo del Traje.
En la actualidad, dicho traje no puede ser contemplado ya que sólo lo exponen en exposiciones temporales como esta que se celebró en 2018 y que tuve la suerte de ver.
La Princeton Theological Seminary Library ha digitalizado y publicado de forma pública un ejemplar de “España mística” de Ortiz Echagüe. Además de las fotografías de las Cobijadas, en dicho ejemplar aparece tres láminas de la Cartuja de Jerez de la Frontera.
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