OUSMANE DEMBÉLÉ CON RONALD KOEMAN

La figura siempre discutida y puesta bajo el foco del aun joven extremo francés ha pegado un giro evidente en cuanto a rol y funciones en el equipo. ¿Qué ha cambiado? ¿Mejora o empeora las condiciones de Ousmane?

Vamos con el hilo.
Es importante regresar siempre a los inicios para contextualizar una figura como la del francés. Esto ya lo hice en este hilo que publiqué en el mes de mayo (no sabía ni usar el paint por aquel entonces) así que me ahorraré lo que pueda decir. https://twitter.com/blayasensat/status/1256156693148372992
Lo que sí haré es hablar del primer Dembélé que llega al Barça porque me parece interesante ver qué tenía Valverde en mente y cómo aquello afectó en el tramo más tierno de Ousmane.

Valverde, antes de que se fuera Neymar, quería jugar con "Leo y Ney siendo segundos delanteros".
En pretemporada se intuyó que el técnico extremeño apostó por un 4-3-3 en el que Messi y Ney jugaban por dentro, liberando los costados en pro de encontrarse mucho más y favorecer la estructura de un equipo tendiente a partirse.

Pero Neymar se fue y todo cambió.
Llegó Dembélé, de 21 años y aún tierno en muchísimas facetas del juego y Valverde optó por construir un equipo asimétrico, liberando a Messi y Suárez y dejando a Ousmane en el costado. ¿Qué pasó?

Que Ousmane no sentía el juego escorado y esperando, sino que necesitaba participar
De ahí que poco a poco la tendencia en el francés fuera la de ir ganando peso en el pico del área y zonas intermedias, alejándose de la cal cuando el equipo se instalaba en campo contrario y acudiendo a zonas más pobladas.

Su fútbol, errático e impetuoso, encontró dificultades.
Es probabloe que el mejor partido de OD en su primera temporada fuera ante el Girona y no es extraño que dejase este mapa en el que, más que un extremo, es un delantero que ataca zonas interiores.

Esta era su esencia, donde su fútbol era más alegre... y errático.
Porque si bien es cierto que hasta esta temporada los mejores partidos de OD habían nacido de estas recepciones, también es certero apuntar que el Barça era peor equipo, uno más vulnerable y tembloroso ante las pérdidas de un jugador que jugaba como tiritando.
Dembélé, ya en su segunda temporada, siguió recibiendo en esas zonas, en intervalos delicados para el rival y para el propio Barça, pues una pérdida ahí dejaba a Busquets en inferioridad y al lateral demasiado arriba.
Cuando el cuero llegaba en campo contrario, en un equipo en el que estaban Messi y Coutinho (0 profundidad), el francés no se abría, sino que mantenía su posición centrada porque es ahí donde siente su fútbol, no en banda.
Pero que Ousmane jugara ahí desembocaba en un doble problema de difícil solución: ni había profundidad (la derecha no existía) ni el equipo podía juntarse (sus pérdidas eran en zonas peligrosas).

Se construyó, poco a poco, un jugador que pese a su efervescencia, era una rémora.
Tras un año en el que se tira meses y meses lesionado, llega Koeman y a su alrededor muchos rumores de traspaso. Dembélé, a sus 23 años, parecía ya un jugador consumido por sus propias carencias, un relato que le iba en contra y una evidente incapacidad de aprendizaje.
Pero a 9 de noviembre, tras 10 partidos, algo ha cambiado en el francés. ¿Qué ha pasado?

Koeman le está educando, el sistema - ya sin Suárez- le permite más zonas de maniobra y está volviéndose en un especialista. Me explico.
Vamos a comparar datos para explicarlo.

Hace dos temporadas, en Liga, Ousmane Dembélé intervenía 46 veces por partido y perdía cerca de 14 balones.

Esta temporada sus intervenciones han bajado hasta 31 y pierde 10 balones por partido.
Lo que ha hecho Koeman ha sido incidir en que su mejor virtud es precisamente aquella olvidada durante estos años: el francés necesita recibir con espacio y cuantos más metros por delante, mejor. ¿Dónde lo encuentra? Abierto.
Lo comentaba aquí ayer:

https://twitter.com/Blayasensat/status/1325404923241115648 https://twitter.com/Blayasensat/status/1325408053672497152
Es evidente que el trabajo de Koeman está siendo maravilloso porque está logrando lo que hasta la fecha parecía una utopía: que Dembélé fuera paciente. Abierto en banda se ven sus dos grandes virtudes sin pagar peaje, que son el cambio de ritmo y el dominio de ambas piernas.
Dembélé regatea menos que pasadas campañas pero es más efectivo (del 47% al 60%) y lo hace en zonas en las que las pérdidas duelen mucho menos. Koeman no solo le ha empujado hacia un fútbol que le potencia, sino que ha logrado que el colectivo no note sus errores.
Miremos el mapa de pérdidas del partido ante el Betis. Dembélé solo perdió cuatro balones y mirad las zonas en las que lo hizo. En banda y alejadas del foco de peligro. Koeman en base a moldear la naturaleza de Ousmane ha logrado un win win.
Y si nos fijamos en el de regates vemos que es prácticamente el único futbolista - Messi a un lado- con capacidad para generar desborde. Ansu, ya lo dije ayer, es otra cosa, y el Barça agradece muchísimo un perfil anárquico (dentro de un orden) del francés.
Podríamos decir de alguna forma que las condiciones de Ousmane Dembélé no coincidían realmente con el espacio en el que él podía no solo ser útil en el FC Barcelona, sino en el que pudiese brillar.

Donde el FCB lo necesitaba él rehusaba estacionarse ahí y viceversa.
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