Dentro de los caminos de las redes sociales uno ve muchas cosas, pero tenemos que hacer una diferencia, detenernos y hacer una reflexión respecto algunas cosas. He aquí un tema que no puedo dejar de comentar: el saqueo arqueológico en México.
Hace poco comencé a ver algunas dinámicas en Facebook y sus grupos, de temáticas de historia de México y arqueología. Y comencé a ver publicaciones de gente que preguntaba si algunos objetos que tenían eran arqueológicos o de “importancia”
No es raro que todos nos encontremos algún objeto de importancia cultural o histórica, básicamente están presentes en lo largo y ancho del país. Pero lo arqueológico es particularmente llamativo.
Entonces vemos publicaciones cómo estás:
Ahora, en realidad se nos plantean varias disyuntivas. Aunque se categoriza como patrimonio cultural y le pertenece a todos los mexicanos, hay una regulación específica: la Ley Federal de Monumentos, Zonas Arqueológicas, Artísticos e Históricos.
Se indica que la investigación arqueológica debe ser llevada por investigadores avalados por el INAH y debidamente acreditados. Hasta ahí es claro, sin embargo, la dimensión de las labores es tan grande que no hay elementos suficientes para cubrir las necesidades patrimoniales.
Por lo que se ha desarrollado otro tipo de arqueología, los salvamentos y rescates. Que dependen de trámites y de aviso de todo ciudadano para recuperar la cultura material. En @LibretaNegraMx ha hemos tratado el tema:
Es una corresponsabilidad entre la sociedad y autoridades. Sin embargo, ¿qué pasa con las piezas, con esos objetos que salen y se descubren?
Aunque mayoritariamente la protección recae en las instituciones del gobierno mexicano, un ciudadano puede tener resguardo de objetos arqueológicos, siempre y cuando los registre y valide la forma en que las obtuvo. En este caso, con la corresponsabilidad del aviso previo.
Y ahí es donde está el detalle. La recuperación de los vestigios arqueológicos se hace con un procedimiento adecuado para recuperar no solo el objeto, sino la información histórica cultural, además de asentarlo como un antecedente geográfico.
El registro histórico parecería algo muy banal en comparación de recuperar el objeto como tal, pero tiene implicaciones mayores: de ahí se puede generar una base de datos y postulaciones de investigaciones posteriores, con recursos federales y demás.
La pieza arqueológica es un parte de un panorama mas grande, la memoria cultural.
Es indispensable que se siga un protocolo. En México, cualquier modificación, exploración, excavación, extracción, traslado o compraventa de esos elencos fuera de protocolo se considera ilegal.
Por eso, en contraposición tenemos que pensar seriamente este tipo de publicaciones, porque en muchos casos se desconoce la procedencia de los objetos. Pero el problema no queda ahí…
El problema viene en la impunidad con que algunos usuarios muestran la “recuperación de las piezas”, donde si, ahí si se cae en la ilegalidad, y estimada twittosfera, eso tiene un nombre: saqueo arqueológico.
Vean este video, es muy sintomático: no es una acción aislada, no es individual y se llevan herramientas exprofeso. No es una “caminata” como lo expone el usuario.
Varios puntos más: se sigue asociando un valor económico a estos elementos, y aunque en redes se hace pasar como una “afición” no vemos el daño cultural que se genera.
Como varios especialistas apuntan: muchas veces se priorizan las piezas completas sobre otros elemento, destituyendo o desechando todo lo demás.
Lo más dramático del asunto es cuando llegamos a las reacciones de estas publicaciones, encontramos esto:
Realmente pone en la mesa la fiabilidad de autoridades y el impacto que podemos generar nosotros que nos dedicamos al quehacer patrimonial. Luchamos contra estereotipos, idearios y malas gestiones.
Importante aclarar, ni el INAH lo ha podido todo, ni los protectores del patrimonio y mucho menos con las manos atadas. Pero si es urgente que se vea y se gestionen estrategias para visibilizar el problema, pensando en corresponsabilidad y buen uso social del patrimonio.
Por estas razones insistiré siempre que merecemos mejor difusión y divulgación, pensar en nuevos planteamientos y en formas de conceptualizar el patrimonio, porque si en efecto es de todos: ¿cómo podemos aprovéchalo sin desconfiar de esta maquinaria estatal existente?
Hay poca presencia de autoridades en estos tenores, hace poco vi en evento organizado por el INAH la inclusión del tema para ver soluciones, pero debemos seguir empujando: https://www.youtube.com/playlist?list=PLrCDRHBaJg-Qll4RHQmR--gailiW058Wc
Porque no son suficientes los congresos y ponencias, esto requiere acciones.
El problema está ahí, y pocos son los que lo denuncian y se bronquean con estos usuarios. Recuerden que el saqueo solo es un eslabón de un problema más grande en la cadena del mercado negro. Aplaudo la reacción de @yaocelotlest quien se hizo presente en esta publicación.
No normalicemos la acción ilegal, cuesta caro y vemos las relaciones asimétricas del patrimonio. En fin, muchas más implicaciones donde no nos podemos quedar callados.
Dos consideraciones extra:
Y sigue la mata dando…
#TodosContraElSaqueoArqueológico
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