Desmentidas las fake news sobre Glovo, Burger King y Starbucks, quizás sea tiempo de recordar algunas noticias que lamentablemente sí eran ciertas y que ocurrieron durante los 4 años de Macri, sin virus ni pandemia de por medio. Abro hilo:
En marzo de 2016 Canale cerró su planta en Río Negro, 70 despidos. En abril Honda cerró su planta de Florencio Varela que había inaugurado diez años antes. En mayo Cerámica San Juan cerró definitivamente dejando a otras 70 familias en la calle.
En julio de 2016 Massalin Particulares cerró su fábrica en Tucumán. En septiembre Yovilar cerró la planta que producía aceitunas en La Rioja. En noviembre cerró la textil Guilford en Comodoro Rivadava, 200 despidos.
Entre septiembre y diciembre de 2016 Bimbo despidió a 400 trabajadores en Pilar, Rosario, Hurlingham, San Martín y Avellaneda. Solo en los tres primeros meses de 2017 se reportó el cierre de más de 2000 comercios.
En enero de 2017 Alpargatas decidió cerrar su fábrica de Florencio Varela. En los siguientes dos años y medio se deshizo de ocho de sus nueve plantas, pasando de tener casi 4000 empleados a apenas 700.
También en enero de 2017 Banghó cerró su fábrica de computadoras de Vicente López que había inaugurado Cristina en 2011. La empresa pasó de 1000 empleados a 400. Ese mismo mes cerró Cerámica San Lorenzo en San Luis.
En febrero de 2017 Pampero cerró su planta textil en Chaco, La Serenísima cerró su planta en Rufino y Puma cerró su planta en Sanagasta. En marzo Atanor cerró sus plantas de Baradero y Munro. En abril la quesera Magnasco en Santa Fe.
En mayo Quilmes cerró la planta de Pepsi en Trelew. En junio Pepsico cerró su planta en Vicente López, dejando en la calle a 600 trabajadores, y la autopartista Hutchinson, del Grupo Total, de origen francés, cerró su planta en Martínez, con otros 400 despidos.
En julio de 2017 cerró la fábrica de fideos Manera, de Bahía Blanca, que llevaba 90 años de producción. En agosto cerró la autopartista Plascar, de Córdoba, despidiendo a sus 250 trabajadores.
En septiembre de 2017 el grupo multinacional Aliaxis se va de la Argentina cerrando su fábrica de tubos de plástico Nicoll Eterplast, que se encontraba en La Tablada y empleaba a casi 200 operarios. Ese mismo mes Adidas efectuó 124 despidos en su planta de Esteban Echeverría.
En octubre de 2017 cerró la textil Rolmen. En noviembre la química alemana Lanxess cerró su planta en Zárate, La Serenísima su planta de Las Varrillas (Córdoba). En enero de 2018 cerraron la planta de Ilolay en Santa Fe y la fábrica de plásticos Bopp en Campana.
En febrero de 2018 BGH cerró su planta de Tucumán y Dulcor su planta aceitunera en Catamarca. Ese mismo mes cerró la histórica fábrica de medias Ciudadela, que funcionaba desde 1949, y el gobierno nacional cerró Fanazul, la planta de Fabricaciones Militares en Azul.
En marzo de 2018 la química Room and Haas, de la estadounidense The Dow Chemical Company, cerró su planta en Zárate, mientras que en Catamarca cerraba la tradicional fábrica Barbero, con más de tres décadas de historia.
En abril de 2018 Carrefour inició un proceso que derivó en el cierre de varias sucursales y cientos de despidos en los siguientes meses. También en abril cerró la fábrica de electrodomésticos Mabe, en Haedo, dejando caso 200 trabajadores en la calle.
En mayo de 2018 Mirgor cerró una de sus fábricas de celulares en Tierra del Fuego, mientras que en San Luis Cannon Puntana despidió a 100 de sus 130 empleados. En junio cerró la panificadora Maitén, de Chacabuco, proveedora de Don Satur.
En julio de 2018 cerró la fábrica de plásticos Chemton en Moreno. En agosto la planta de Adidas en Esteban Echeverría, donde solo quedaban 47 obreros de los 600 que tenía en 2016. También en agosto, el gobierno nacional echó a 101 trabajadores de las fábricas militares de Córdoba
En septiembre de 2018 Freddo cerró su fábrica de helados para "reconvertir el negocio". En octubre Renault cerró Metalúrgica Tandil y despidió a más de 100 empleados, y Canale cerró su planta en Llavallol, que tiempo después sería reabierta por sus trabajadores como cooperativa.
En noviembre de 2018 Acindar cerró su planta en Rosario, despidiendo a todos los trabajadores que quedaban, la brasileña Paquetá cerró su planta en Chivilcoy, donde fabricaba Adidas y trabajaban casi 400 personas, Eyelit cerró su planta en Catamarca y Sancor en Bahía Blanca.
En diciembre de 2018 la textil Tecnosport, proveedora de Nike, cerró su fábrica en el Parque Industrial Villa Flandria, y en Morón cerró la fábrica de motores Deutz, filial de la alemana Deutz AG, que llevaba 50 años produciendo.
En enero de 2019 se fueron del país la brasileña BRF, que vendió su último frigorífico, y la estadounidense General Mills, que vendió La Salteña a Molinos. Ese mismo mes cerraron la fábrica de aceites Legítimo, en Lanús, y la fábrica de neumáticos Imperial Cord, en Gualeguaychú.
En febrero de 2019 cerró Metalpar, la fábrica de carrocerías para camiones y colectivos más grande del país, de capitales chilenos y brasileños, con 600 despidos. En tanto, la multinacional suiza Glencore cerró Fundición El Aguilar, en Jujuy, donde trabajaban 150 empleados.
También en febrero de 2019 el holding japonés Hitachi decidió cerrar sus oficinas en Argentina y la estadounidense VF Corporation, propietaria de las marcas Wrangler y Lee, decidió abandonar sus negocios en el país.
En marzo de 2019 Fiat cerró su fábrica de cajas de cambio en Córdoba, donde había 140 operarios, y Tsu Cosméticos cerró su planta de San Martín, dejando en la calle a otros 150 trabajadores.
En abril de 2019 cerraron la planta de biodisel de Viluco, en Santiago del Estero, la fábrica de envases de plástico Consevik, en el Parque Industrial Pilar, y la textil Alter Saic, en Chubut. Otros 400 despidos en total.
En mayo de 2019 Arcor cerró una de las plantas de La Campagnola en Mendoza, la italiana Brembo cerró su fábrica de frenos en Barracas. Brembo a su vez le proveía a Ford para el Focus, que dejó de producirse en la planta de Pacheco. Otros 300 despidos.
En junio de 2019 el fabricante de motos Zanella cerró su planta en Mar del Plata, Puma cerró su planta en Chilecito, y en Catamarca cerró la planta de Finpak, que producía termotanques para la marca Rheem.
Estas son solo algunas de las empresas que se fueron o cerraron sus puertas durante la larga noche macrista, sin mencionar la infinidad de suspensiones, vacaciones adelantadas, reducciones de turno y otras formas de ajuste.
Sería bueno que en vez de dedicarse a agitar fake news esta gente hiciera algún tipo de autocrítica, porque sin ninguna crisis global ni nada parecido fueron responsables del proceso de destrucción de la producción y el empleo más fulminante de la historia argentina.
Hoy por suerte transitamos un camino totalmente diferente, defendiendo la industria y el trabajo de los argentinos.
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