1. En junio volvió a caer el empleo registrado en el sector privado (SIPA). La buena noticia: el retroceso se desacelera mes a mes; la mala: llevamos 26 meses consecutivos con caídas ininterrumpidas (no es solo la pandemia). Hilo

2. El SIPA registró en junio 5.780.643 trabajadores registrados en el sector privado, el menor valor desde octubre de 2010. En comparación con junio de 2019 casi 290.000 trabajadores perdieron su puesto de trabajo (casi un 5% de var. i.a.)

3. La caída mensual en junio fue del 0,1%, mucho más baja que en los primeros meses de la pandemia (marzo y abril). Sin dudas una señal de alivio. Sin embargo, si miramos la serie de los últimos dos años el panorama es desolador: todos los meses muestran variaciones negativas

4. En el largo plazo el panorama es aún peor. El mercado formal de fuerza de trabajo venía anémico entre 2012 y 2017, y a partir de 2018 entró en una crisis que la pandemia no hizo más que potenciar

5. En junio las peores caídas fueron en minas y canteras (- 1,4%), hoteles y restaurantes (- 1,1%) y enseñanza (- 0,6%). Por el contrario, dentro de las variaciones positivas se destacan las actividades inmobiliarias y empresariales (0,4%) y la industria manufacturera (0,2%)

6. La remuneración promedio en el sector privado registrado creció en junio un 38,5% i.a., por debajo de la inflación del 42,8%. En términos reales la caída es del 3% i.a. (sin considerar el impacto de las suspensiones)

7. Los datos de julio (MT - EIL) no preanuncian grandes cambios. La variación con relación a junio fue negativa, cercana al - 0,1%

8. La espada de Damocles siguen siendo las suspensiones que están firmes en torno al 8% del total de asalariados registrados del sector privado, en los valores máximos desde que se releva este dato

9. Las suspensiones permitieron amortiguar el retroceso de la cantidad de puestos de trabajo (al costo de una caída en los ingresos), pero volver a valores razonables es una precondición para recién empezar a pensar en un proceso de creación de empleo

10. De cara a lo que viene, seguimos en etapa de contención de daños, pero volver a la etapa pre pandemia (por más que hoy lo deseemos muy fuerte) no implica ni de cerca la resolución de problemas estructurales que vienen desde hace mucho