Aquí tenéis una imagen de esta misma mañana que muestra lo que los hospitales dan para desayunar: bollería industrial, mermelada, mantequilla, azúcar y café (que este paciente en concreto no podía tomar por prescripción facultativa).

La mermelada y mantequilla, ¿para qué eran? ¿Para añadir grasas saturadas y azúcares libres a la bollería industrial rica en harinas refinadas porque lleva pocas?

Por si fuera poco, el paciente les ha explicado los aspectos nutricionales de ese desayuno, y le han contestado “Tenemos un equipo de dietistas en plantilla”.

Más vale que vayan pensando en despedir a aquellos que toman las decisiones en lo referente a la alimentación de los pacientes, que hay gente con conocimientos de bromatología, nutrición, dietética y dietoterapia, y con ganas de trabajar.