El Mercado Principal de San Jacinto era algo monumental por el abarrotamiento de frutas y legumbres que ofrecía: los pilones de naranjas y legumbres, los mameyes olorosos, las guayabas pintonas y maduras, las parchas granadinas y los cambures...

Carmen Clemente Travieso, 1971

¡Sabado!

Nos vamos al mercado de San Jacinto para hacer las compras del día...

Vistas del mercado de San Jacinto en 1902.
El Cojo Ilustrado No. 257, 01/09/1902.

En el centro de la plaza, no lejos del reloj solar y entre frondosos matapalos e higueras, se erigía la estatua de Antonio Leocadio Guzmán, la cual cobijó, a los pies de su pedestal, a los vendedores de pájaros del mercado de San Jacinto.

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