Estoy muy desanimado estos días

Creo que tengo una tendencia a ver las cosas buenas de la vida, es algo que me inculcó muy bien mi madre. Ella siempre se maravillaba por las cosas sencillas. Hasta en los momentos más difíciles y complejos podía sacar algo positivo, un aprendizaje.

Me cuesta mucho ver algo positivo en la pandemia, y ni hablar de encontrar algo bueno en la destrucción que hoy es Venezuela. Las historias del desplazamiento de millones de venezolanos, en general, son muy duras.

Y abres Twitter, y la diáspora y la no diáspora retumba de una forma estruendosa. Es como vivir miles de momentos tristes de tanta gente que debería estar tranquila haciendo otra vida. Es una terrible bifurcación, tanto para aquellos a los cuales les va bien y para quienes no.

Es de verdad extenuante. Es levantarte temprano con el cansancio de quien recién se acuesta.

Y aquí viene la paradoja. Lo bueno de la pandemia y lo bueno de Venezuela es justamente la gente, o alguna gente y sus gestos sencillos y humanos y probablemente naturales. Hay una solidaridad inherente en algunas personas que trasciende los peores momentos de la historia.

Puede ser una bolsa de arroz, un cumpleaños cantado por zoom, una charla en la cola de la gasolina, la sonrisa entusiasta tras la máscara de la señora que a sus 80 años tiene que ir a comprar la comida porque sus hijos están por el mundo.

Puede ser la actitud solemne del chamo del delivery de comida china que te dice “de esta vaina vamos salir”. O del maestro que llevaba las tareas en bicicleta para que sus alumnos pudieran seguir estudiando.

La vida, incluso en medio de la pandemia y la destrucción, se va construyendo de ciertos gestos, palabras, acciones y momentos que aunque simples, tienen una fuerza increíblemente transformadora. Estas cosas son el equilibrio frente al caos.

A veces es muy difícil verlas. Cuesta mucho enfocarlas pero allí están, y pueden ser de una magnitud tan grande que pueden generar paz, tranquilidad, esperanza y cambio.

Ya como que no estoy tan desanimado

“De esta vaina vamos a salir” juntos