Creo que existen razones fundadas para estar a favor y en contra de la Corona. Yo mismo, siendo demócrata, he llegado a tener dudas. Hasta que caí en una cosa que me hizo definitivamente reoublicano:

Es imposible que un rey no se vuelva gilipollas.

¿Alguna vez te han felicitado por hacer algo bien? Pues imagina que te feliciten por EXISTIR. Te asomas al balcón y te aplauden. Te aplauden cada vez que sales de un coche y entras en una puerta de un edificio.

Es imposible vivir así y no volverse giliopollas.

Un rey no tiene amigos, tiene súbditos de alto nivel. Tiene yes-men. Confidentes en el mejor de los casos. Ni siquiera pueden entablar amistad con otros reyes porque por naturaleza compiten los intereses de ambos estados. Si son tus amigos eres mal rey.

El síndrome de la Moncloa es la separación de la realidad que ha ocurrido sin excepción a los cuatro años de gobierno de nuestros presidentes como muy tarde. Pues imagina cuarenta.