"[E]l poder [o "la violencia", según la traducción] no es un mero acto de voluntad, sino que su actuación exige condiciones previas sumamente reales, herramientas o instrumentos, la más perfecta de las cuales supera a la menos perfecta...
...y que, además, es necesario haber producido esas herramientas, con lo que al mismo tiempo queda dicho que el productor de los instrumentos más perfectos de violencia —vulgo armas— vence al productor de las menos perfectas...
...en una palabra, la victoria del poder o la violencia se basa en la producción de armas, y ésta a su vez en la producción en general, es decir: en la 'potencia económica', en la 'situación económica', en los medios materiales a disposición de la violencia".
Así comienza la segunda parte —o continuación— de la "Teoría de la violencia", epígrafe del "Anti-Dühring" de Engels, que a su vez se incluye, no por casualidad, dentro de la segunda parte del libro, titulada "Economía política".
Obra en que, además de problematizar la cuestión de la génesis económico-material de la esclavitud y la servidumbre, Engels define e historiza el tema de la guerra y el militarismo desde los albores del capitalismo. Un Engels enormemente concedor de las cuestiones militares.
(Aquí se puede descargar la recopilación de escritos militares de Engels editada por Cartago: https://es.scribd.com/document/229705875/Engels-Temas-Militares-pdf.) Se puede añadir este librito de Marx, que algún día comentaré si puedo. Ídem respecto a los textos de Marx sobre EE. UU. y la Guerra Civil norteamericana.
Vuelvo al análisis de Engels. En sintonía con Clausewitz (no entraré en si este acuña o no la idea de guerra total), Engels relaciona el desarrollo de los modernos ejércitos con economías capitalistas de guerra sin las cuales ningún moderno ejército imperialista puede sostenerse.
Estudiando la historia de los ejércitos y las guerras, Engels se percata de que, así como la violencia esclavista no engendra las formas de explotación económica, sino al revés ( https://twitter.com/Toussaint1917/status/1268196768648437769), el moderno arte de la guerra es en última instancia "una acción industrial".
El desarrollo de las modernas armas de fuego como expresión de la conquista paulatina del poder político por parte de la clase capitalista:
Engels analiza el devenir histórico de los ejércitos mercenarios de los príncipes, con una "tropa muy rígidamente entrenada", hacia una infantería que a partir del siglo XVIII es cada vez más moderna, adaptada a las necesidades de una burguesía más determinada y desarrollada.
A la rígida tropa mercenaria anterior, que hace "imposible toda modificación del orden de batalla durante el combate", le sustituyen en la Guerra de Independencia norteamericana (1775-1783) lo que Engels caracteriza como "grupos de rebeldes (...) poco entrenados".
Sin embargo, sin negar la premisa materialista del fundamento económico, en última instancia, de todo esfuerzo de guerra, Engels resalta cada vez más el factor humano, hasta que el punto de que esos "grupos de rebeldes"...
Y es que si se absolutiza la noción de palanca económica en el despliegue bélico (con su dialéctica entre potencia de fuego y movilidad), se estará negando de partida la posibilidad de que el proletariado venza, con sus propias fuerzas, a la burguesía.
https://twitter.com/_Dietzgen/status/1144937912947097600
Cosa que no hizo Engels, pues de ser así habría renunciado de hecho a la revolución, una vez superada la premisa de "hacerse con el poder del Estado", a la que sustituye la destrucción del viejo poder y la creación del nuevo (proceso simultáneo: *el uno supone el otro*).
De la misma forma que Engels modificó algunos puntos de partida sobre las formas de lucha armada contra la burguesía, en especial en lo relativo a la lucha urbana de barricadas. Para no apartarme del hilo ni alargarlo demasiado, véase esto: https://twitter.com/Toussaint1917/status/1038767139698692096.
Si Estados Unidos es desde la Guerra de Independencia un lugar estratégico de primer nivel para el desarrollo de lo militar, la Revolución francesa completa a la norteamericana. En pocas palabras, lo que Engels destaca es la síntesis entre potencia de fuego y movilidad.
"[D]ivisión del ejército en divisiones o cuerpos independientes compuestos por todas las armas", que llega a un mayor nivel desarrollo con Napoleón Bonaparte, cuyo modelo se extiende a gran parte de Europa.
Esa armazón tan compleja, para mí, ha alcanzado la cota más alta y compleja de desarrollo en las fuerzas armadas norteamericanas. Si alguien quiere divertirse, que lea a algunos "expertos" discutir qué cuerpos militares se están desplegando hoy allí para sofocar la revuelta.
(En la última captura, donde dice "Sin este progreso habría sido imposible el papel del tirador suelto", Ciencia Nueva traduce "sin tal progreso hubiera[n] sido imposible[s] las *guerrillas*", que tiene una carga mucho más simbólica en la tradición hispánica y otros lugares.)
Para Engels, sin embargo, el hito más importante en el arte de la guerra moderna fue sin duda la guerra franco-prusiana (1870-1871):
Eso sí, no tengo pruebas, pero tampoco dudas, de que Engels revisaría hoy ese aserto de que "las armas se han perfeccionado tanto que ya no es posible un nuevo progreso que tenga una influencia verdaderamente revolucionaria". ¿Qué diría de la robótica militar o los drones?
Aquí llega la que a mi juicio constituye la parte más sustantiva, desde el punto de vista político (de clase, proletario), del análisis militar que acomete Engels en los tres epígrafes acerca de la violencia y el poder que figuran en el "Anti-Dühring":
Primero, en el capitalismo de fines del XIX (cuando se va gestando y desarrollando el capital al "modo imperialista") el ejército es ya "un fin en sí mismo", es la "finalidad principal del Estado". Si el Estado es el Estado Mayor burgués, el ejército es el Estado Mayor de este.
Segundo, y creo que esto es lo que puede resultar más polémico o equívoco si no se interpreta bien, el "militarismo lleva en sí el germen de su destrucción", y ello por dos motivos principales: por cómo absorbe recursos y por la implantación del servicio militar obligatorio.
Lo primero es indiscutible, y no hay más que ver el papel que ocupa el gigantesco complejo militar-industrial norteamericano en ese Estado y en el conjunto de la economía estadounidense. Pero Engels no parece tener en cuenta la profesionalización de las fuerzas armadas burguesas.
Hecho que cambia por completo la posibilidad que, con total lógica y justeza, ve abierta Engels cuando explica que la capacitación militar de las masas mediante el servicio militar obligatorio lo prepara "para imponer en un momento determinado su voluntad".
Respecto a este tema, recomiendo encarecidamente este hilo, que suscribo completamente: https://twitter.com/_Dietzgen/status/1155757049709506560
El punto de partida de Engels, correcto al derivar su posición del servicio militar obligatorio vigente en su época (con masas explotadas forzadas a servir de carne de cañón de "sus" explotadores patrios), resulta así superado por el propio desarrollo histórico.
Puesto que nadie que se reivindique del comunismo revolucionario puede en la actualidad sostener, al menos en los Estados donde los ejércitos están profesionalizados, que se puede destruir "el militarismo y (...) los ejércitos permanentes por una explosión desde el interior".
Cuestión distinta es el aprovechamiento de las contradicciones dentro del "Estado Mayor del Estado Mayor" de cualquier país capitalista, o de las vacilaciones de sus bases. Pero la tesis de Engels, como tal, ha sido superada, y no me cabe ninguna duda de que así lo admitiría él.
Y puede ser peligroso interpretar de forma incorrecta y mecanicista la idea del militarismo burgués como germen de destrucción de la propia sociedad burguesa. Sin la acción consciente del sujeto proletario, es más bien semilla de reproducción destructiva del orden capitalista.
Y así lo sienten cada día en sus propias carnes las masas que son sacrificadas en el altar de la valorización capitalista a través de todas las guerras de rapiña que tienen lugar en medio mundo.
Donde no puede estar más acertado y vigente el análisis de Engels es en la preponderancia que da a la guerra naval. Cualquiera que revise solo un poco de literatura militar comprobará que el principal teatro de operaciones de las grandes guerras del futuro estára en el mar.
Sobre todo en Asia-Pacífico, que concentra cada vez más tensiones entre China y EE. UU. (y su gran aliado en la zona, Japón). También aquí tiene una razón inmensa Engels cuando dice que el poderío naval es absolutamente dependiente del desarrollo de la gran industria moderna.
Pero soy igualmente precavido aquí con la tesis de que la dialéctica interna de la guerra naval, como el militarismo burgués en general, lleva a una carrera armamentística que "sucumbe por las consecuencias de su propio desarrollo" (Engels).
Sin la acción consciente y decidida del proletariado revolucionario (Partido Comunista), tal carrera, más que llevar en sí el germen de la destrucción del capital, contiene el germen de la destrucción de la sociedad humana si se llega a una guerra imperialista abierta y total.
No me resisto a terminar estos apuntes críticos recuperando esta reflexión sobre la importancia histórica de la figura del norteamericano Ulysses S. Grant y su traslación al campo de la lucha de clase revolucionaria y al pensamiento estratégico de Lenin ( http://www.reconstitucion.net/Documentos/Fundamentales/Nueva_Orientacion_I.html).
Un personaje que es casi "idolatrado" por Marx en algunos de sus escritos en torno a la Guerra de Secesión norteamericana, a la cual el revolucionario prestó suma atención en su día. Si nada me lo impide, en algún momento incluiré esas menciones en un hilo sobre EE. UU.
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