Japón declaró ayer al menos una victoria temporal en su batalla contra COVID-19, y triunfó siguiendo su propio libro de jugadas. https://www.sciencemag.org/news/2020/05/japan-ends-its-state-emergency

Redujo la cantidad de casos nuevos diarios a niveles cercanos al objetivo de 0.5 por 100,000 personas con distanciamiento social voluntario y no muy restrictivo y sin pruebas a gran escala.

Se centró más bien en encontrar grupos de infecciones (cluster) y atacar las causas subyacentes, que a menudo resultaron ser lugares de reunión superpoblados, como gimnasios y clubes nocturnos (en busca de los esparcidores del virus o “spreaders”).

El número de casos nuevos diarios alcanzó un máximo de 743 el 12 de abril, pero ha variado entre 90 y 14 durante la semana pasada, según la OMS.

El número de pacientes hospitalizados se redujo de 10,000, hace aproximadamente 1 mes, a 2000.

Mientras gran parte del mundo construyó su respuesta a la pandemia a base del rastreo, aislamiento y pruebas serológicas generalizadas, Japón adoptó una estrategia bastante diferente: identificaron los grupos y determinaron sus características comunes.

No sorprende entonces que descubrieran que la mayoría de los grupos (cluster) se originaron en gimnasios, locales de música en vivo, salas de karaoke y establecimientos similares donde las personas se reúnen, comen y beben, charlan, cantan, hacen ejercicio o bailan.

Ellos también concluyeron que la mayoría de los casos primarios provenían de grupos que eran asintomáticos o tenían síntomas muy leves (presintomáticos).

Esto los llevó a instar a las personas a evitar lo que denominaron las "tres C": espacios cerrados, multitudes y entornos de contacto cercano en los que las personas hablan cara a cara:
Closed spaces.
Crowded places.
Close-contact settings.

Se instó a las personas a reducir sus interacciones con otros en un 80% para poder doblar la curva.

El estado de emergencia compró tiempo para educar al público sobre comportamientos y entornos riesgosos. Aquí en la provincia del Guayas (Ecuador) se lo cuestionó (al menos en redes sociales).

Japón nunca puso a las pruebas como prioridad (como en otros países). Ellos ha realizado 2.2 pruebas por cada 1000 personas. A modo de comparación, la tasa en la vecina Corea del Sur es de 16; y en los Estados Unidos, 43.

Con solo mirar los números de muertes, se puede decir que Japón tuvo éxito.

EE. UU. en cambio, se está aproximando rápidamente a las 100.000 muertes por coronavirus (en un lapso de tres meses). Un promedio de más de 1,100 muertes por día.

No olvidemos que Trump comenzó a prescribir HCQ.