En estos días un amigo, que también es apasionado por la historia, me reveló lo sucedido con el cadáver de Justo José de Urquiza.
La traición de Caseros, Pavón y sus negociados durante la infame guerra contra el Paraguay le generó el odio eterno de los caudillos del interior.
En especial el de Ricardo López Jordan que decidió que debía pagar sus tradiciones con la muerte y continuar abonando los intereses desde el más allá.
El 11/04/1870 los hombres enviados por López Jordan asesinaron a Urquiza de un disparo en la cara y varias puñaladas.
El velorio de Don Injusto tuvo que hacerse en el más estricto secreto en la casa de su hija Ana por temor a la persecusión jordanista.
Su viuda, Dolores Costa, ordenó trasladar el féretro a una cripta en la Basílica Inmaculada Concepción por temor a una posible profanación.
En 1901 en el primer centenario de su nacimiento, se intentó encontar su cadáver. Ingresaron a la basílica y hallaron una cripta en donde solo había una lápida dejada por la viuda que decía "Aquí yacen los restos mortales de Don Justo José de Urquiza". Pero no lograron encontrar
el féretro.
En 1951 lo volvieron a intentar y finalmente tuvieron éxito. Decidieron buscar detrás de las paredes de la cripta, en presencia de la familia Saenz Valiente que eran descendientes directos de Urquiza, en donde encontraron dos ataúdes. Uno de ellos estaba completo y
el otro absolutamente destruido.
Con el permiso de la Comisión Nacional de Museos, ya que el templo es Museo Histórico Nacional, trabajaron en el lugar y luego de abrir el féretro completo se encontró un esqueleto envuelto en una mortaja bien conservada.
El esqueleto estaba vestido con pantalón de brin, camisa, chaleco, saco, medias de lana y botines de color negro con elásticos en la parte superior, todo en bastante buen estado.
Los doctores Ricardo Castro O’Connor y Oscar García efectuaron el examen forense del esqueleto y
según las tablas antropométricas los restos parecían ser los de Urquiza.
Cuando analizaron el cráneo constataron que Don Injusto no falleció como consecuencia de la bala que le disparó "El Pardo Luna" que lo hirió en la cara, y si por las heridas de arma blanca en su tórax.
El disparo en realidad dio en una prótesis dental y en el hueso del maxilar por lo que no habría sido la causa de su muerte como se creía.
El 17/03/1955 se dió por concluída la investigación en donde se llegó a la conclusión de que el cadáver era del de Justo José de Urquiza.
El 24/03/1955 se procedió al traspaso de sus restos mortales al cofre que hoy descansa en el mausoleo que fuera inaugurado en 1967 en la Basílica Inmaculada Concepción.
Luego de conocer esta historia me surge un interrogante y una certeza para cerrar el hilo.
No sé puede saber con absoluta precisión que los restos pertenezcan a Urquiza hasta que no sean sometidos a un examen de ADN.
Para finalizar, ratifico que las traiciones son un crédito que lleva a efímeras victorias y cuyos intereses se siguen pagando después de la muerte.
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