Venga, con motivo del 46º aniversario de la Revolución de los Claveles, y con la mañana más o menos libre por primera vez en un largo rato, aquí va un #lusohilo reducido sobre el fin de la dictadura salazarista y el golpe militar que devolvió la democracia a Portugal.

Como ya hemos contado en hilos anteriores, Salazar llegó al poder en medio del caos de la Primera República Portuguesa, que se instauró tras el regicidio de 1908 y el colapso definitivo de la monarquía en 1910. Si bien el primer régimen republicano era progresista y ambicioso...

...Estaba dividido entre facciones de una tendencia más jacobina, que exigían una ruptura radical con aquella Portugal putrefacta de la última etapa de la monarquía, y una rama que abogaba por un camino más moderado. Ambas partes eran anticlericales, y la crispación era intensa.

La desastrosa participación portuguesa en la Gran Guerra (motivada por la conexión con Reino Unido, país con el cual Portugal mantiene la alianza más antigua del mundo todavía en vigencia) abrió la puerta a dos dictaduras: las de Pimenta de Castro (1915) y Sidónio Pais (1917-18).

Pais era un caudillo que intentó controlar la situación bélica y normalizar las relaciones con la Iglesia; aunque consiguió algún que otro mes de estabilidad, su tendencias antidemocráticas generaron enorme descontento, y acabó acribillado a las puertas de la Estación del Rossio.

Su muerte acentúa el vacío de poder de la República, hasta tal punto que el país vecino se desintegra durante unas semanas y llega a existir el rival Reino da Traulitânia -- la "monarquía del Norte", que se extiende de Oporto a Viana do Castelo y Chaves -- durante casi un mes.

(Re: Traulitânia: Aunque fue un fenómeno regional, no era independentista: se quería restaurar la monarquía por todo el país y fracasó en parte porque el depuesto Manuel II pasó del tema. El organizador, Henrique Mitchell de Paiva Couceiro, era un militar tradicionalista...

...Que acabó por ser condenado al exilio en Galicia por su papel en el intento de restauración monárquica. Fue amnistiado en 1925, pero exiliado de nuevo en 1937 por criticar al dictador Salazar por no proteger al Imperio con suficiente afán. Some people are never satisfied.)

Anyway: la República: 16 años, siete parlamentos, ocho presidentes, 45 gobiernos. Tensión por todas partes y la economía de mal en peor. Drama por todas partes y al final, en 1926, lo inevitable: llega la dictadura militar.

António de Oliveira Salazar, por aquel entonces un piadoso catedrático de Economía de la Universidad de Coimbra, es llamado a Lisboa para ocupar la cartera de Finanzas, pero después de trece días dice que los militares no le dejan trabajar y se vuelve a la Universidad.

Las cosas siguen mal y en 1928 los militares le llaman a Lisboa de nuevo, esta vez dispuestos a ceder a toda condición que ponga para hacerse cargo de la situación económica. Salazar acepta, y comienza su camino hacia la consolidación del poder absoluto en Portugal.

Aplicando una política de gasto público ultra-reducido / austeridad total, Salazar consigue equilibrar las cuentas lusas por primera vez en décadas y se convierte en toda una sensación. Los militares republicanos se van desgastando mientras él va acumulando competencias.

En 1932 es nombrado presidente del Consejo de Ministros y poco después lanza su proyecto para una nueva constitución lusa que asentará la base del nuevo régimen del Estado Novo, un Imperio pluricontinental que se asienta en los principios de Dios, Patria y Familia.

La campaña a favor de la nueva Constitución se basó en la idea de la restauración de "disciplina y orden" en Portugal tras años de caos: Salazar se presentaba como el hábil tecnócrata capaz de liderar el destino de los lusos con una mano dura y racional en tiempos turbulentos.

Es más que probable que haya habido un pucherazo -- el plebiscito fue aprobado por el 99,5% de los 1.330.258 votantes. Pero si vale destacar que esa fórmula de control totalitario que prometía Salazar tenía apoyo popular en muchas partes de Europa en esos momentos.

Si bien el Estado Novo de Salazar tenía elementos copiados del fascismo de Mussolini, su modelo directo era el austrofascismo de Engelbert Dollfuss, que mezclaba nacionalismo y el catolicismo (las encíclicas papales del Quadragesimo anno y Rerum Novarum influenciaban el Estado).

Cómo era el Estado Novo? Autoritario, antiliberal, anticomunista, nacionalista, colonialista, y lleno de saudades por una gloria imperial fundamentada más en leyendas que en historia seria. El poder -- tanto el ejecutivo como legislativo -- estaba concentrado en manos de Salazar.

La Unión Nacional era el partido único de facto, y la PIDE -- la policía política del régimen -- se encargaba de perseguir a cualquier oposición. Contaba con una amplia red de chivatos pagados, pero muchos ciudadanos delataban a vecinos desafectos de manera pro bono también.

Censores oficiales limitaban el acceso a la información en la prensa. Un ejemplo es esta noticia sobre la primeara transmisión televisiva en color de París a Madrid, suprimida para que los lusos no notaran lo atrasados que estaban en comparación con el resto del mundo.

También se eliminaban cómics críticos o excesivamente "picantes", y se "suavizaban" o eliminaban las letras de fados y otros temas musicales que iban en contra del espíritu reprimido del Estado tradicionalista.

El sistema era capitalista, pero con un corporativismo estatal que empleaba todos sus recursos para intentar mantener a los trabajadores agrícolas e industriales domados y sumidos en la pobreza mientras algunos ilustres del Régimen se enriquecían con su labor.

Y es que la fórmula de equilibrio financiero de Salazar no se basaba en el progreso, sino en la austeridad, con gran parte de la sociedad calladita y sumisa, malviviendo con humildad. El modelo no abogaba por el progreso social, sino por mantener al país en el pasado.

Tal vez no haya mejor resumen de ese principio que 'Uma Casa Portuguesa' (1953), el fado que Amália Rodrigues convirtió en el más célebre del mundo. Una y otra vez la letra revindica la "alegría de la pobreza" y el hecho de que basta poco para contentarse con una vida simple.

La situación económica era mejor para los lusos continentales que se iban a las colonias de ultramar, pero las poblaciones indígenas claramente sufrían un trato discriminatorio, y aunque se trataba de un imperio "pluriracial", era obvio que algunas razas eran de segunda.

Un triste ejemplo de ello es la Exposición Colonial de Oporto de 1934, en la que hubo un zoológico humano donde los visitantes podían observar a quienes técnicamente eran sus conciudadanos como si se tratasen de animales. El espectáculo se repitió en Lisboa en la Expo de 1940.

La filosofía del Estado venía reforzada en los colegios lusos. Si bien el Estado Novo construyó 7.000 colegios -- los cuales son maravillas en términos arquitectónicos -- entre 1933 y 1960, se puso poquísimo énfasis en realmente educar a la población.

¿Why? Se dudaba de las capacidades de los lusos. En 1934 el Ministro da Educação, Eusébio Tamagnini, declaró que 8% de la población era "ineducable", 15% "normales-estúpidos", y 60% "de inteligencia media". Apenas el 15% tenía inteligencia "superior" y sólo 2% era "notable".

Con ese punto de partida, poco sorprende que muchos de quienes crecieron bajo el Estado Novo pasaron poco tiempo en las escuelas: hasta 1956 sólo era obligatorio cursar cuatro años de educación primaria, y en el entorno rural muchas familias necesitaban a los niños en el campo.

El resultado de esta barbaridad es que en los años 70 uno de cada cuatro portugueses era analfabeto, y que en 2011 todavía hubiese medio millón de analfabetos en Portugal, la mayoría ancianos del interior que fueron víctimas de la política educativa del Estado Novo.

Durante el breve tiempo que estaban en la escuela, los alumnos recibían una instrucción propagandística que mitificaba a la figura de Salazar y reforzaba la idea del imperio portugués, con los valores del nacionalismo y catolicismo primando sobre todo lo demás.

Aunque su peso fue menor hacia el final del régimen, durante mucho tiempo también se manipuló a la juventud a través de la Mocidade Portuguesa, una una organización juvenil de clara inspiración fascista a la que todos tenían que pertenecer desde los siete a los catorce años.

Con un control tan absoluto sobre la sociedad, y un papel tan determinante en la formación de las nuevas generaciones, parecería que Salazar tendría garantizada la permanencia de su régimen, pero fueron precisamente los jóvenes capitanes que crecieron bajo él quienes lo tumbaron.

Y es que incluso los censores oficiales más empedernidos no pueden ocultar la decadencia de un sistema para siempre, ni la policía más opresora sofocar las ansias de progreso y libertad de un pueblo indefinidamente.

Si bien Salazar había conseguido navegar por las aguas convulsas de la Segunda Guerra Mundial con éxito -- utilizó la neutralidad para hacer negocios tanto con el Eje como con los Aliados -- en los años 50 y 60 era imposible mirar al resto de Europa y negar el atraso de Portugal.

La pobreza de esos tiempos hizo que cientos de miles emigraran a Francia, Suiza y los países del Benelux buscando un mejor futuro. Las imágenes de las favelas en las que vivían en París provocaron un escándalo al dejar claro que muchos veían mayor futuro ahí que en tierras lusas.

Y, entretanto, estalló la sangrienta guerra colonial, el Vietnam portugués que devastó a la juventud del pequeño país porque sus líderes envejecidos estaban empeñados en revindicar el dominio sobre tierras africanas conquistadas por aquellos marineros legendarios del pasado.

Aunque el régimen alegaba que la violencia se debía a unos pocos terroristas comunistas que intentaban reventar la fraternidad entre ciudadanos de una misma nación, sobre el terreno los militares veían que se trataba de un movimiento anticolonialista que les quería fuera.

El país se desangraba -- y Salazar se iba. En agosto de 1968 el viejo dictador se cae mientras intenta levantarse de una silla en la terraza del Fuerte de Santo António da Barra, su residencia veraniega en Estoríl. Sufre un trombo cerebral que le deja severamente afectado...

...Y durante el año y medio que le queda de vida vive en una especie de nube. Aunque es reemplazado por Marcello Caetano, nadie se atreve a decírselo; un periodista de L'Aurore le entrevista y se da cuenta que Salazar piensa que sigue al mando. Es todo un escándalo.

Salazar muere en 1970. Para aquel entonces su sucesor, el jurista Caetano, ha intentado poner en marcha algunas reformas. Algunas son puramente estéticas (la policía secreta cambia de nombre) pero otras, como el sistema de pensiones para trabajadores agrícolas, son reales.

Caetano intenta acercarse al pueblo con un programa semanal llamado "Conversaciones en Familia" en el que va contando los planes del Gobierno y sugiere que una reforma del régimen se avecina... But it's too little, too slow and way too late. La guerra sigue y la gente está harta.

Circulan planes de cambio, pero la Revolución de los Claveles no se empieza a fraguar hasta 1973. En la colonia de Bissau se reúnen por primera vez los capitanes que deciden que no pueden esperar que los generales -- la vieja guardia -- lideren el cambio.

La reivindicación base del autodenominado Movimiento de las Fuerzas Armadas (MFA) es la solución política a la guerra -- algo que el régimen no acaba por contemplar --, pero a esa exigencia se van añadiendo todas las relacionadas con las ausentes libertades fundamentales.

Después de meses de reuniones, en marzo de 1974 se concluye que la única opción es tumbar el régimen por la fuerza, y se acuerda dar un golpe militar el siguiente 25 de abril.

La noche del 24 se lanza la señal para tomar posiciones: la emisión de "E depois do Adeus" de Paulo de Carvalho a través de la radio. Justo después de la medianoche se emite "Grândola, Vila Morena" de Zeca Afonso para señalar que el golpe ha comenzado.

De manera simultanea, militares toman el Cuartel General de Oporto y el Aeropuerto de la ciudad norteña, mientras que las fuerzas de la Escuela Práctica de Caballería de Santarém entra en Lisboa y toma la Praça do Comércio, epicentro del país.

La población inicialmente está aterrorizada, pero así avanzan las horas, salen a la calle y empiezan a mezclarse con las tropas. Caetano se refugia en el Cuartel del Carmo y apura las últimas horas del régimen, pero por la tarde queda claro que el golpe ha sido un éxito.

Se rinde y se exilia, primero a Madeira y luego a Brasil. El poder queda en manos del General António de Spínola, un personaje curioso del que hablé hace unos meses en el hilo sobre los presidentes (que tiene algunos errores corregidos en los comentarios): https://twitter.com/aitorehm/status/1211964326556377089

Con el tiempo el golpe del 25 de abril ha pasado a conocerse como la Revolución de los Claveles, el apodo que los periodistas le pusieron por las flores que fueron insertadas en los fusiles de las tropas sublevadas. No me voy a alargar mucho más (too late)...

...Pero antes de cerrar quiero señalar algunas reformas que se pusieron en marcha durante el llamado Processo Revolucionário em Curso (PREC), que duró desde el 25 de abril de 1974 hasta la aprobación de la nueva Constitución Portuguesa en abril de 1976.

El programa del MFA para Portugal durante se centraba en las tres D's: Democratizar, Descolonizar y Desarrollar. Medidas inmediatas: la abolición de la policía secreta y la censura, la legalización de los partidos y los sindicatos, y la liberación de los presos políticos.

En poco tiempo se iniciaron negociaciones para poner fin a la guerra colonial (se firmaron los tratados de paz con las naciones independientes al año siguiente), y se fijaron las primeras elecciones libres en más de cuatro décadas para el primer aniversario de la revolución.

También se realizaron experimentos de justicia social más controvertidos. Se realizó una reforma agraria, se nacionalizaron montones de empresas, hubo intervenciones de medios. Tras los últimos fusilamientos del franquismo, una multitud asaltó e incendió la Embajada de España.

Pero creo que lo más importante del periodo -- y lo que más evidenció el fin del régimen -- fueron las campañas de dinamización cultural iniciadas al final de 1974. En este marco, militares visitaban aldeas del interior para explicarles lo que estaba pasando y entablar diálogo...

...con los residentes sobre cómo entablar los problemas de la nación. La iniciativa servía para también estudiar las carencias de cada población y llevar a cabo acciones para mejorar la infraestructura pública (carreteras, puentes, escuelas, centros médicos) de la zona.

De manera similar a las Misiones Pedagógicas de la Segunda República, las campañas incluían educadores y artistas que organizaban charlas didácticas, proyectaban pelís, presentaban obras de teatro y conciertos en estos pueblos del interior luso a los que no llegaba la Cultura.

Los organizadores observaron el obscurantismo y la falta de recursos en los sitios que visitaron, y la campaña -- que consistió en más de 2.000 intervenciones cívicas -- sirvió para sentar las bases de la dramática reforma de la enseñanza lusa en años posteriores.

Dicho todo esto: viva la Revolución de los Claveles, paso fundamental para la Portugal y necesitada brisa de libertad y progreso para nuestra Península Ibérica. En tiempos convulsos los valores del pasado no se pueden olvidar: 25 de abril sempre, fascismo nunca mais!