La predecible reacción desquiciada de los demócratas a la declaración del presidente Trump es un recordatorio que a ellos les importa más ser políticamente correctos, que la seguridad, la salud y el bienestar económico de nuestras familias.

A medida que trabajamos con expertos en salud pública para reabrir de manera segura a nuestro país, necesitamos mantener controladas las fronteras para así proteger a nuestra gente, especialmente cuando no está claro qué tan extenso es el daño del virus fuera de los EE.UU.

El presidente Trump reconoce que las comunidades minoritarias han sido desproporcionadamente afectadas por la crisis. Por eso está trabajando para garantizar que, cuando reconstruyamos la economía estadounidense, nuestras familias continúen siendo la máxima prioridad.