1. ¿Por qué López quiere mover su pedorra idea de la revocación de mandato a 2021? Está haciendo una apuesta muy riesgosa, y lo hace porque cree que le va a funcionar. Pero las cosas ya no están tan sencillas para él. Un error y esto puede ser su fin. Te explico.

2. Una de las promesas de campaña de López fue crear la figura de consulta para revocación de mandato. Según él, porque es muy demócrata y no va a permanecer en el poder si el pueblo no lo quiere. Por supuesto, no se lo creemos. Si hay alguien antidemocrático de fondo es López.

3. Es obvio que va a organizar la consulta de tal modo que pueda asegurar su triunfo, tal y como lo hizo con las consultas para cancelar el Nuevo Aeropuerto (NAIM) y la cervecera de Constellation Brands. Y aún en caso de perder, es obvio que desconocerá el resultado.

4. Así que la consulta como tal prácticamente no cuenta. Sólo es parafernalia para lograr otro objetivo más trascendental: Mantener a López en permanente estado de campaña. ¿Por qué? Porque ese es el formato en el que más éxito ha tenido en su vida política.

5. De hecho, una de las cosas que más preocupan de López es que NO ENTIENDE que ya es presidente, y sus interminables e infumables discursos mañaneros parecen actos de campaña: Hace promesas, ataca a sus "enemigos", cuenta chistes.

6. Se ha señalado hasta el hartazgo que se comporta exactamente igual que cuando era candidato. Eso, por supuesto, se traduce en un absoluto vacío de poder. López no está gobernando. Está prometiendo gobernar, y por eso el país está a la deriva todo el tiempo.

7. Supongo que López ya está más o menos consciente de que Morena, su partido político, está en problemas y tiene pocas probabilidades de conservar la mayoría en el congreso después de las elecciones federales de 2021. Por eso le urge involucrarse en la campaña electoral.

8. A fin de cuentas, sabe -o intuye- que sin su carisma personal Morena no es nada. El día que él se muera, Morena se va a desmoronar. Colapsará irremediablemente desde adentro. Si deja en manos de Morena esa campaña electoral, va a perder el Congreso, y no quiere darse ese lujo.

9. En cambio, si al mismo tiempo de la elección de diputados él está promoviendo su continuidad como presidente en el marco de una consulta de revocación de mandato, puede buscar un efecto dominó: Que voten por él, el líder carismático, y también por sus candidatos al congreso.

10. Por eso necesita que la consulta de revocación se mueva un año. El congreso la programó para 2022, una año después de las elecciones federales. Visto el panorama del momento, sería demasiado tarde. López haría todo por ganar la consulta, pero con el congreso perdido.

11. Sin embargo, hay un riesgo enorme al adelantar la consulta de revocación a 2021: Ese año va a ser, con toda seguridad, el peor para México. Se van a resentir los impactos de todos los errores y todas las calamidades acumuladas en 2020.

12. Ya antes del comienzo de la pandemia, López tenía el país hecho un desastre. El COVID-19 vino a complicarlo todo al extremo. Aparte del riesgo de que haya una masacre porque México no está preparado para enfrentar este reto, la economía está detenida -como en todo el mundo-.

13. Las predicciones para 2021 son que la economía mexicana se colapsará en un 6.6%. Y ese es un cálculo de abril. Por experiencia, sabemos que los cálculos a lo largo del año se van ajustando siempre a la baja, y que el resultado final siempre es un poco peor.

14. Por eso ya hay quienes dicen que eso de -6.6% sería, en realidad, el panorama más optimista. Puede ser mucho peor, lo cual significaría la crisis más grave sufrida por México desde la guerra civil de 1913-1917, conocida eufemísticamente como Revolución Mexicana.

15. Así que López va a llegar a 2021 terriblemente desgastado. Corre el riesgo de que en vez de que él levante a sus candidatos al congreso, los hunda más de lo que ya están. Y es que su base de votantes no le va a dar para rescatar su proyecto.

16. En 2018, López ganó con algo más de 30 millones de votos. Pero no todos fueron de fieles votantes. Su llamado "voto duro" es apenas de entre 13 y 15 millones. Los demás fueron votantes no lopezobradoristas que le dieron el beneficio de la duda para ver si hacía algo bueno.

17. Todo ese rango de votantes -15 millones, por lo menos- es gente que no está comprometida a votar otra vez por López. Muchos de ellos ya han expresado su decepción o incluso su arrepentimiento por haberle dado su voto. Así que votarán en su contra en 2021.

18. Por supuesto, hay que convencerlos. En gran medida, la derrota de López en 2021 depende de que se siga exhibiendo su ineptitud, su hipocresía, su corrupción y su necedad. Cosa que no es difícil. El tipo es descarado y cínico a la hora de exhibirse.

19. Y los que nos hemos mantenido críticos hacia él desde 2012 continuaremos ejerciendo nuestra libertad de expresión, y recordándole a quienes votaron por él que cometieron un error terrible que tiene a México en ruta hacia el abismo. Veamos si en 2021 cambiamos el rumbo.