Bueno, vamos con el segundo día en Roma. Esta vez haremos Celio-Caracalla-Appia. Recomiendo descansar bien la noche previa, vamos a caminar mucho hoy...

Empezamos frente al battisterio lateranense. Y aquí empezamos con una sorpresa escondida q pocos conocen de Roma. Frente al battisterio hay un gran hospital, el San Giovanni Addoloratta. En sus jardines tiene dos joyas antiguas

Un pórtico imperial, parcialmente restaurado, se cree de la época Flavia, y una fuente rústica del Renacimiento. Sugiero entrar y recorrer ese jardín.

Saliendo del hospital, caminamos hasta los costados de Santos cuatro coronados, que ya vimos ayer. Veremos una hermosa y oculta fuente, la Fontana Celimontana, creada por Pío II para refrescar a los peregrinos.

Vamos a llegar ahora a una de las iglesias más hermosas de Roma: San Stefano in rotondo. Bella por su particular forma, su luminosidad, los frescos llenos de alegorías a martirios de santos, y ser la iglesia de San Pío de Pietralcina. Parte de sus reliquias residen aquí.

A pocos metros, otra iglesia más (en Roma hay más de 900 iglesias y oratorios). Santa María in Dominica. Iglesia paleocristiana, famosa por sus mosaicos y la Fontana de la Navicella en su entrada. Lamentablemente sus horarios de ingreso son muy acotados.

A pocos metros está el arco de Dolabella. Este arco forma parte del acueducto de Claudio, que terminó Nerón, y llevaba agua a Roma, y el esposo de Agripina la "secuestró" para su Domus Aurea

Si caminamos por la calle desdw el arco de Dolabella, recorreremos el Clivo de Scauro. Con forma de arbotantes góticos, eran partes de las paredes del templo del Divo Claudio, del que hoy sólo quedan paredes.

Sugiero volver hacia atrás, e ingresar, al lado de Santa María in Dominica, a uno de los parques más bellos para los romanos, la Villa Celimontana. Llena de arboles, juegos y esculturas, destacamos dos puntos:

1. El Obelisco Matteiano. No es muy grande, es gemelo del ubicado frente al Panteón...pero su ubicación solitaria y rodeado de verde es única.
2. La Fontana dei fiume, tan extraña como refrescante.
Sugiero tomarse un minuto y disfrutar de este parque.

La villa tiene una salida lateral al clivo de Scauro, justo frente a una iglesia, la de San Giovanni y San Paulo. Construida sobre restos del templo de Claudio, llama la atención su típico campanario románico, y su interior luminoso, muy usada por los romanos para sus bodas

Al salir del clivo, llegamos a una iglesia barroca, escalonada en medio del Celio: la iglesia de San Gregorio Magno. Tiene un hermoso claustro, y restos de las sillas y altares q usaba el Papa Gregorio.

En un lateral de esta iglesia, hay un camino a dos joyas escondidas. Los oratorio de San Andrés al Celio, y de Santa Bárbara.

Salimos del Celio, y llegamos a un plato fuerte: las termas de Caracalla. Sugiero recorrerla con tiempo, con audioguía si es posible para entender cada parte. Disfruten sus mosaicos (y no olvidar el Mitreo escondido en su subterráneo!)

Saliendo de las termas, rumbo a vía appia, hay una iglesia pequeña y antigua, la de San Nereo y San Achilleo. Contrasta su humildad contra otras iglesias de Roma.

Tomando Vía San Sebastiano, llegamos al los límites antiguos de la ciudad. Allí está el parque de los Escipiones. Con entrada previa, podemos ver las tumbas de esta familia patricia, incluso el gran féretros de Escipión Barabato.

Metros más adelante, la Iglesia de San Cesareo in Paladio. Fue la iglesia donde Karol Wojtyla daba misa antes de ser Juan Pablo II.

Por la misma calle está el arco de Druso, dedicado por Augusto a uno de sus más grandes generales.

Y la puerta de San Sebastiano, donde puede apreciarse la enorme e imponente muralla Aureliana, y se encuentra el Museo del muro.

Ahora entramos en la Vía Appia antigua. La Regina Viarum. Una columna de la época italiana marca el inicio de esta vía. Unos metros más adelante, una tumba llamada sepulcro de Geta. Será del hijo de Septimio?

Una bifurcación nos muestra una pequeña iglesia, Quo Vadis. Famosa por ser el lugar fin de Jesús se le apareció a Pedro cuando huía de Roma. Conserva la marca q la tradición dice son los pies de Jesús al pararse a hablar con Pedro.

Metros más adelante, siguiendo la Vía Appia antigua, vemos más Villa del emperador Magencio, con el enorme espacio para el circo que él construyó, y la tumba a su hijo Rómulo.

La Iglesia San Sebastiano fuori le mure es muy bonita, y tiene reliquias (incluso otra marca de los pies de Jesús), y acceso a las catacumbas de San Sebastiano. Una columna extraña decora el frente de la iglesia.

Otras catacumbas en la zona, más grandes, son las de Calixto y las de Priscilla. En esta última está la imagen más antigua sobre Jesús, como el buen Pastor.

Llegamos a la tumba más emblemática de la Vía Appia, el Mausoleo de Cecilia Metella. Se la puede recorrer, es muy amplia.

Frente al mausoleo están las ruinas de la iglesia de San Nicola, que la familia Caetani en época medieval usó como base de su ejército. De allí su nombre, Castrum Caetani

Finalmente , Capo di Bove marca un parque con ruinas de una Domus romana, así como un sitio de relax para tomar algo e incluso disfrutar conciertos de música clásica.

Les sugiero seguir unos metros más caminando por la Vía Appia, hasta encontrar su empedrado clásico. Aprecien esa enorme y casi eterna obra de ingeniería, rodeada de tumbas de patricios, como las de Séneca, los Curiacios, y tantos otros.

Ya volviendo, sugiero hacerlo por Vía Latina. Allí se van encontrar con dos joyas.
1. El parque Garbatella (también se puede acceder por Vía Appia), donde está el ninfeo de Egeria, bosque donde esta ninfa le dictaba consejos al rey Numa Pompilio.

Y más adelante, la Iglesia de San Giovanni in Oleo, lugar donde el emperador Domiciano torturó sin poder matar al apóstol Juan, arrojandolo en aceite hirviendo (de allí el nombre). En su honor, se hizo un oratorio circular en el lugar, y una iglesia metros más adelante.

Terminamos nuestro segundo día, pero damos un consejo: si tienen en que irse, o bien en bus, no se pierdan el McDonalds de Frattocchie, a metros del aeropuerto de Ciampino. Está construido sobre la Vía Appia antigua, el piso es transparente e incluso se la puede recorrer.

Esto fue, queridos Quirites, el segundo día en Roma. Espero les haya gustado tanto como a mí. Descansen, guarden en su memoria cada imagen y sonido, cada olor, cada sabor y textura. El ser humano no creo en su historia algo más maravilloso que Roma.

A descansar, mañana nos toca viminal, quirinal, dos enormes museos y la iglesia más me asombró de Roma.