Lo más importante es lo que expone esta pandemia.
No tanto la enfermedad, que tiene un alto nivel de contagio pero una tasa de mortalidad relativamente baja.
El coronavirus dejó expuesto el agotamiento del neoliberalismo, la versión más putrefacta e inhumana del capitalismo.
No tanto la enfermedad, que tiene un alto nivel de contagio pero una tasa de mortalidad relativamente baja.
El coronavirus dejó expuesto el agotamiento del neoliberalismo, la versión más putrefacta e inhumana del capitalismo.
Ante el brote de la enfermedad quedaron demostradas las miserias causadas por este sistema a nivel global.
El abandono del sistema público de salud para convertirlo en un negocio que excluye, abandona y mata.
Las desigualdades en el ingreso y su relación con el aislamiento.
El abandono del sistema público de salud para convertirlo en un negocio que excluye, abandona y mata.
Las desigualdades en el ingreso y su relación con el aislamiento.
Lo que para la clase minoritaria que vive de las rentas parasitarias se ha convertido en un "goce" gracias a las comodidades de sus hogares, es un infierno para las clases populares que si no salen a trabajar la cuarentena es sinónimo de privación y hambre más allá de paliativos.
Fueron décadas de lavado de cerebro en donde nos dijeron que el Estado era el causante de todos los males y el escollo al desarrollo. Queda demostrado una vez más, ante un hecho dramático, que es una falacia impuesta por quienes han llevado al mundo al absoluto caos humanitario.
Desde siempre hubo epidemias y pandemias, causaban desastres por no existir adelantos en la medicina y porque el concepto de Estado era casi inexistente. A esta altura la medicina ha crecido a pasos agigantados y el concepto de Estado es claro.
Que sucedió entonces?
Que sucedió entonces?
La respuesta es sencilla, el neoliberalismo. El achicamiento del Estado, primar el individualismo por sobre lo colectivo y tomar todo aquello fundamental para la vida como un costo. Una especie de vuelta al "sálvese quien pueda" medieval.