Vamos a develar una duda que por siglos a torturado a la humanidad (?). Cuantos días son necesarios para conocer muy bien la capital del mundo, la más bella de las ciudades, la eterna. Roma.

Sé que muchos pensarán "nunca se la conoce del todo", "hay que vivir y morir allí", y demás verdades. Bueno, es cierto. Sólo trataré de sugerir un itinerario para que, quien vuelva tras esos recorridos, se sienta satisfecho de Roma.
Sugiero 14 días. Sí, 14. Veamos día a día.

Dia 1.
Haremos Esquilino y colle Oppio. Parece poco pero es muchísimo.
Empezamos bien temprano, en mi iglesia favorita de Roma, Santa María Maggiore, una de las cuatro basílicas mayores o patriarcales de la cristiandad.

Santa María Maggiore tiene en su interior hermosos pisos, columnas y techos, pero guarda tres secretos.
1. La tumba de Bernini
2. Las reliquias del pesebre de Navidad
3. La pintura que San Lucas hizo de María, la "salus populi romani"

Detrás de la iglesia, veremos el obelisco esquilino. Y frente a la iglesia, la columna de la paz, coronada por la Virgen. Esa columna pertenencia a los restos de la basílica de Magencio.

Siguiendo unos metros por una calle lateral, llegamos a la basílica de Santa Prassede. Pequeña, paleocristiana, oculta, es preciosa por dentro. Tiene la columna donde fue flagelado Jesús, traída desde Jerusalén por Santa Helena.

Nos retiramos por un lateral, y pasaremos bajo el arco de Galieno (construido por Augusto).

En un costado, la Fontana dei monti. Aprovechamos a refrescarnos...

Volviendo unos metros hacia termini, podremos ver los restos de la muralla serviana, en el coqueto y neoclásico acuario romano.

Y tomando por el lateral de Ternini, casi pegado al final del mismo, está la iglesia de Santa Bibiana. Sugiero entrar, es pequeña y hermosa. Posee la columna milagrosa donde fue martirizada la Santa. La gente suele tocarla pidiendo gracias.

Unos metros más adelante está el resto del templo de Minerva médica, hoy cerrado al público. Igual, no deja de ser imponente

Llegamos a la piazza Víctor Emanuel II. Llaman la atención tres cosas.
1. El ninfeo de Alejandro Severo, conocido también como "Trofeo de Mario".
2. La puerta mágica, exótica y pitagórica.
3. La escultura central, que antes estaban en lo que es hoy la fuente de las nereidas.

Salimos de la plaza, rumbo a Porta Maggiore. Allí veremos también la "tumba del panadero". Metros más adelante, una basílica subterránea, de supuesto rito pitagórico, recientemente restaurada.

A pocos metros, la basílica Santa Croce in Gierosalemme. Esta iglesia, de frente imponente, guarda reliquias sagradas como parte de los maderos de la Cruz, un clavo, el cartel lNRI, y la corona de espinas.

Al lado de la basílica están los restos del anfiteatro castrense, construido por Caligula para los pretorianos. Hoy se conservan paredes, y en su interior un hermoso huerto.

A continuación, la catedral de Roma, San Giovanni in Laterano. Que podemos decir. Maravillosa.

En su deredor, el baptisterio y el obelisco lateranense, el más alto de todos los obeliscos.

Frente a la basílica, la Iglesia de San Lorenzo in paladio. Tiene la escalera Santa, por donde caminó Jesús tras ser condenado (traída por Santa Helena), y el Sancta Sanctorum, lugar donde se guardaban reliquias sagradas.

Saliendo por vía lateranense, un sitio enigmático: el lugar donde supuestamente la Papisa Juana fue descubierta y muerta...

La basílica Santos cuatro coronados. Pequeña, monástica, sugiero visitar su chiostro.

A pocos metros encontramos la basílica San Clemente. Es bellísima, y en sus pisos inferiores conserva una domus senatorial romana, una iglesia arcaica, y el Mitreo mejor conservado de Roma.

Vamos ahora al colle Oppio, el límite entre el esquilino y el celio. Es un parque hermosa, fresco, con vista al Coliseo y llen de pinos piñoneros, tan típicos es Roma. Veremos el Ludus Magnus, sitio de entrenamiento de gladiadores, y los restos de las termas de Trajano.

Con tiempo, entrar al Palacio de Nerón, la Domus Aurea.

Saliendo del parque veremos la iglesia de San Pietro in vincoli. Aparte de la famosa escultura de Miguel Ángel, el Moisés, están las cadenas de las que se liberó San Pedro para huir.

Al salir de la iglesia, una escalinata nos llevará a vía Cavour. Es la escalinata Borgia, donde se decía q la bella Lucrecia se prostituía.

Finalmente, llegamos a la escondida iglesia de Santa María dei Monti, con la hermosa fuente de los Catecúmenos.

Y si no estamos muy cansados, caminamos un buen trecho hasta ver la basílica de San Lorenzo fuori le mure. Es muy antigua, tiene una hermosa columna en su entrada, y al lado está el principal cementerio de Roma, el verano.

Terminamos nuestro primer día en Roma. Agotados pero felices. A descansar, mañana tenemos que caminar mucho...